Ha caído Ramón Alzórriz, agur eta olore... a podrido
Si parpadeas, te lo pierdes. Cada vez que cierras los ojos, al abrirlos otra vez, el PSOE ya tiene un nuevo escándalo en el aire. Cómo será la cosa, qué no habrá ahí detrás de los biombos que trajeron a toda esta gentuza a escena, que Coronalzorriz ni siquiera ha intentado defenderse.
Ha caído Ron Damón Coronalzórriz, el último villano socialista. Hasta hace unos días se paseaba ufano, seguro, marcando paquete, enseñándonoslo en un vídeo absurdo que grabó para que corriera por las redes sociales.
Vaya caída, tú. El ruido al caer de una era, como cantaba León Benavente en su canción ‘Líbrame del mal’. No dejo de tararearla desde que oímos el descalabro de vajilla, el estruendo de las cazuelas del PSOE rebotando por las escaleras de su sede en el paseo de Sarasate.
Hacía ruido al caer, aquella era. He visto cosas que no creerías. Un tiempo en el que solo avanzaba la tecnología…
Especialmente la que permite grabar conversaciones de todo tipo. Porque la corrupción del PSOE es la de siempre: meter la mano en las concesiones de obra pública, como en la era analógica; enchufar a la familia en las empresas que controlan…
Hay que saber despedirse de los más grandes, y este, en su especie —la del zafio, la del sectario, la del corrupto— ha sido el más grande. Hay que estar a la altura y rendirle un homenaje como se merece. Que no busquen más los aberchándales ni socialistas: la resignificación para el Monumento a los Caídos ya la han encontrado.
Plaza Conde de Rodeznoalzorriz. Cuando dimita también como parlamentario, pueden ponerle una estatua frente al Coreano de Oteiza, para completar el homenaje. Me da la sensación de que vamos a tener descalabrados en el PSOE y demás aberchándales como para llenar los Caídos hasta la cúpula.
Se veía venir. Si hablas como un pato, vistes como un pato y desbarras como un pato, pues eres Coronalzórriz confesando que has enchufado a tu pareja en Servinabar, la piedra angular de esta trama de corrupción socialista.
Sigamos cantando. Menuda potencia tiene León Benavente. Puede que sea el mejor grupo español en directo. Los amigos de Estaciones Sonoras de Cascante los trajeron hace unas primaveras y allí estuvimos, disfrutando.
Cantemos: He visto amigos que, sin querer, envilecían…
Desde que Coronalzórriz quitó la foto de su Tuiter con Cerdán, ya sabíamos que la cosa olía a podrido en la Dinamarca socialista. Cuando Txibite salió enloquecida, como una Ofelia, a decir que no dimite, que la han engañado, que la han manipulado todos los hombres de los que se ha rodeado en el PSOE… Con lo feminista que era, que se supone que es la jefa del cotarro y resulta que su defensa se basa en clamar que solo es la chica de los recados de un entramado machirulo corrupto de dar terror.
No sabes bien lo que tienes hasta que lo das por perdido. Ven, líbrame del mal.
Ofelia, en Hamlet, acaba ahogada. Mal presagio, mal futuro para Txibite, que se aferra al sillón arañando la tapicería. Porque ¿a dónde va a ir? ¿Con qué va a mantener su ritmo de vida alguien que no ha pegado un palo al agua fuera de la organización, de la mafia del PSOE que le ha permitido vivir en la urbanización más cara de Navarra?
Todo esto que llevamos unos pocos denunciando años, y que ahora ha reventado, saltando mierda como un géiser, tampoco hacía falta ser un lince para saber cómo iba a terminar cuando vimos a semejante cuadrilla de anormales del PSOE ocupar el poder en Navarra. Bastaba haber leído a Shakespeare, que tampoco es que sea un tratado incomprensible de filosofía, sino unos maravillosos culebrones del siglo XVII.
Cuanto cansancio y melancolía. El bajón del “ya te lo dije”, que es lo único que me sale decir ahora. Se ha ganado la primera batalla, pero la guerra contra el aberchandalato instaurado por Cerdán para que el sanchismo robara en Navarra, regalando poder al partido de la Eta, alcaldía de Pamplona mediante, continúa.
Ey. Líbrame del mal.
Y eso es todo.