Errores que pesan más que los goles
Osasuna ha tenido mucho el balón, ha realizado muy buenas jugadas y ha tenido sus ocasiones, pero hay un aspecto muy importante que viene arrastrando desde el inicio de temporada: los aspectos defensivos incluso cuando se está atacando.
Esto de comenzar a pensar que un partido tiene mucha importancia para la clasificación es señal de que el equipo anda necesitado de puntos; si además coincide contra uno de nuestra liga, la necesidad es más perentoria.
Esta circunstancia se daba en el encuentro de este domingo. Parece que los dos equipos lo sabían, y muy bien. Osasuna, pensando que el Celta venía de jugar el jueves, era más favorito. Pero no: el fútbol es bonito por lo incierto.
El míster rojillo plantea un encuentro a su estilo, con una gran novedad en la defensa impar: la inclusión de Osambela. Este jugador hace que la defensa impar se muestre más ofensiva cuando el equipo tiene el balón. Gran acierto y gran jugador.
Está claro que los dos equipos salen a ganar desde el inicio, y eso se agradece. Pero el juego tiene mucho de azar y mucho más de ser una consecuencia de lo que uno plantea y ejecuta en el campo.
Hoy Osasuna ha tenido mucho el balón, ha realizado muy buenas jugadas y ha tenido sus ocasiones, pero hay un aspecto muy importante que viene arrastrando desde el inicio de temporada: los aspectos defensivos incluso cuando se está atacando.
Hoy hemos comprobado cómo el Celta, en cualquier despeje o apertura de balón a bandas, encontraba facilidades por falta de las consiguientes coberturas al que disputa el balón. En la jugada del 0-1, cuando pierde Osasuna el balón en el área del Celta, saque una foto fija de dónde están los rojos: aquello de las vigilancias defensivas, lo de estar atento al que puede recibir el balón. Y para colmo, el empate a 2 llega tras una carrera, balón raso que pasa por seis pares de piernas sin que ninguna sea capaz de reaccionar. Impensable.
Hay una cuestión que cada vez tiene más importancia en los deportes de equipo: saber gestionar los momentos clave. Y esto, la mayoría de las veces, está al alcance de la veteranía de los propios jugadores de campo y de las consignas del entrenador.
El entrenador rojillo tiene mucho trabajo con este equipo, pero seguro que lo sacará adelante con el apoyo de todos, y especialmente de los jugadores, a los que les diría que no vale la pena discutir por uno o dos minutos más de alargue cuando se han desperdiciado antes noventa.
Por cierto, después de escuchar las lamentaciones del director deportivo acerca de la escasa plantilla de esta temporada, todavía entiendo menos la salida de Pablo Ibáñez al Alavés. No creo que el equipo de Vitoria fuera capaz de ofrecer mejores condiciones económicas y temporales que las de Osasuna; por lo que las causas habrá que buscarlas en otros rincones.
¡Aupa Osasuna!