La academia de Pamplona que cumple 30 años, aún llena de ilusión: "Este trabajo es nuestra vocación"
La Academia Irunlarrea ha cumplido 30 años en el barrio pamplonés de Mendebaldea. Nació en 1995 de la mano de Maite Arcos, que sigue al frente tres décadas después con la misma energía con la que empezó.
Recuerda que “llevamos aquí desde 1995 y siempre hemos estado en la calle Irunlarrea”, un lugar desde el que ha visto crecer el barrio y también a su alumnado. “Cuando llegamos era un barrio de bebés. El barrio ha ido cambiando, pero nosotros seguimos aquí. Nuestros alumnos vienen de toda Pamplona y de la Comarca”.
A lo largo de estos años, la academia ha visto pasar varias generaciones . "Tenemos alumnos que son hijos de los primeros alumnos de la academia. Es un orgullo.”
Hoy el centro está formado por cuatro profesores que imparten diversas materias, aunque las más demandadas son Matemáticas, Física, Química, Lengua, Inglés y Francés, además de apoyo general en Primaria.
Estamos especializados en el apoyo para quienes necesitan refuerzo en cualquier etapa. En el caso de Inglés y Francés tenemos grupos de apoyo escolar, clases de preparación de exámenes oficiales, aprendizaje de adultos…Además, tenemos alumnos que vienen para preparar la PAU; unos han estudiado bachiller y otros no, así que les damos las materias desde abajo.”
La atención individualizada es uno de los pilares de la Academia Irunlarrea. “Nuestro grupo máximo es de 4, pero no hay grupo mínimo. La clase es individualizada, a cada alumno se le ayuda a su ritmo. Las clases normalmente son de una hora de lunes a viernes. Damos clase tanto por la mañana como por la tarde”. Esta forma de trabajo permite ajustar el ritmo a cada estudiante de manera que evoluciona mucho más rápidamente que si fueran grupos grandes.
En los últimos años han ampliado sus posibilidades con la modalidad online. “Tenemos alumnos que ni siquiera están en Navarra gracias a las clases online. La clase se imparte por videollamada y el profesor interactúa con el alumno continuamente, de la misma forma que si estuviera en nuestro centro.” Esto ha permitido mantener la cercanía con el alumnado, independientemente de su ubicación.
Otro aspecto fundamental es la adaptación a los distintos métodos educativos. “Nos adaptamos a los métodos de enseñanza que traen los alumnos de su centro educativo. Nuestro método es adaptarnos a cada uno”. Esto es importante para que cada uno mejore sus notas y los profesores de sus centros les valoren de forma positiva.
Maite asegura que sigue viviendo su trabajo con la misma pasión que cuando empezó. “Estoy muy contenta porque es lo que más me gusta. Empecé a dar clases cuando tenía 15 años y he ido cada vez a más. Para trabajar en esto tienes que tener vocación. Lo que más ilusión nos hace es ver cómo podemos ayudar a personas a entender cosas que se les hacen complicadas.” Confiesa que una de sus mayores satisfacciones es ver cómo los alumnos regresan año tras año y cómo muchos continúan desde la ESO hasta Bachillerato.
El plazo de matriculación es totalmente flexible. “Cada alumno viene en cualquier momento del curso. La cantidad de horas la eligen los alumnos. “Hay personas que sólo necesitan un pequeño refuerzo semanal y otros en cambio precisan más tiempo.”
Su recomendación para las familias es clara. "Aconsejo empezar con un apoyo antes de que llegue el suspenso. Es una pena cuando vienen ya con la mala nota, porque ese primer ciclo que han suspendido se va arrastrando durante el curso. Es mejor un refuerzo suave durante más meses, que esperar a más adelante y querer arreglar todo un curso al final.”
Durante Navidad también ofrecen clases especiales por las mañanas para quienes quieran reforzar contenidos.
La Academia Irunlarrea atiende consultas en el teléfono 679 13 55 42, también por WhatsApp, una forma sencilla para resolver dudas de manera ágil.