La frutería de Pamplona que alcanza las cuatro décadas y tiene el relevo asegurado: “La tienda va a continuar”
Cuarenta años en el mismo barrio de Iturrama, madrugando cada día para seleccionar lo mejor del mercado y atendiendo a clientes que ya son casi familia. Esa es la trayectoria de Pascual Olmedo Labairu, un navarro de 64 años, “de la Chantrea, por supuesto”, que ha dedicado su vida a un pequeño negocio que forma parte de la historia reciente de la ciudad.
En Pamplona hay comercios que se han convertido en puntos de encuentro vecinal, lugares donde la compra diaria va acompañada de conversación y confianza. Igual que ocurre muy cerca con la bodega Erribera de José Antonio y Berna, la tienda de Pascual se ha ganado su espacio en esta sección de comercio local, reflejando la fuerza de los pequeños negocios que han sabido resistir al paso del tiempo.
Olmedo habla ya de jubilación, al igual que su mujer, enfermera en Ubarmin. Pero la tranquilidad le acompaña porque el relevo está garantizado. “Si todo va como tiene que ir, mi sobrino Iosu se hará cargo del negocio. Mi prima Camino también sigue y la tienda va a funcionar. No corre ningún peligro de que se cierre. Estamos contentos. Se trabaja muy bien y tenemos muy buena clientela”, asegura con una sonrisa.
La historia comenzó en 1984, cuando abrió la frutería Baratza, en la calle Iturrama 32, junto a su hermano Jesús Mari. “Pero estuvo solo dos semanas. Tenemos un bar en la Chantrea y salió la ocasión de coger la tienda. Me animé, él se quedó en el bar y yo sigo en Iturrama”, recuerda todavía con emoción. “Me tiemblan las piernas cada vez que me acuerdo de los inicios. Hijos de clientas mías ya vienen ahora con sus hijos. Estamos encantados por lo bien que nos ha ido con la gente del barrio”.
El secreto, confiesa, está en madrugar y elegir con calma. “Se va al mercado, se limpia, se elige, se mira y procuramos coger lo mejor. Apostamos por la calidad y el buen precio, aunque alguna vez nos equivocamos”. El resultado luce en los estantes de la tienda, donde la fruta y la verdura frescas se convierten en protagonistas.
Con el tiempo, Baratza ha ido incorporando productos que marcan la diferencia. Entre ellos, las setas, los hongos y los perretxikos, a los que Pascual dedica especial cuidado porque, como reconoce, “a mí me gusta comerlos”. También han apostado por la verdura limpia al vacío, un formato que responde al cambio de costumbres: “Ahora hay que dar la cosa hecha”. En su momento tuvieron espárrago de Murieta, y hoy completan la oferta con conservas, aceite, botes de garbanzos, lentejas o legumbre fresca.
El servicio a domicilio gratuito y la atención por WhatsApp son otro de los aciertos desde la pandemia. “Mucha gente se ha acostumbrado a llamar por teléfono y hay que mantener esa clientela sin coste alguno por llevársela a casa”, apunta el comerciante.
El balance de estas cuatro décadas lo resume como “inmejorable”. “Estaba recién licenciado cuando monté esto con ayuda de mis padres. No me he enterado de cómo han pasado estos 40 años en el mismo local, aunque lo hemos reformado para seguir adelante. Mi hermana Esther fue la que decoró la tienda y ha quedado bonita y agradable”, relata con orgullo.
El local presume de un amplio escaparate que muestra desde fuera la frescura del género. “Tenemos mucho escaparate hacia la calle donde se ve muy bien la fruta y la verdura. No sacamos mucha fruta a la calle”, puntualiza Pascual.
La fidelidad de la clientela también se refleja en las reseñas que llenan las redes sociales de elogios: “Excelente y amable atención, productos frescos, gran surtido, precios razonables, lo recomiendo. Fruta y verdura de primera: sabrosa de verdad. Se nota la diferencia. Trato inmejorable. Incluso te llevan la compra a casa”, escriben algunos.
Otros destacan: “Para mí la mejor, una atención muy buena y la calidad de las frutas muy buena, es mi lugar preferido para comprar frutas. Atención exquisita, género de primera, una compra muy agradable. No solo tienen buen producto, sino que son encantadoras. Llevo varios años con ellas ya y no cambiaría de frutería”.