Durante el mes de agosto, se está llevando a cabo visitas interpretativas en un enclave privilegiado del Pirineo navarro. La actividad, pensada para quienes desean adentrarse en los secretos del queso Roncal, se celebra los lunes y jueves a las 18:30 horas, y los sábados a las 13:00 horas. Se trata de una propuesta que une tradición, conocimiento y sabor.
A lo largo del recorrido, los participantes pueden conocer de cerca cómo se elabora uno de los productos con mayor arraigo en Navarra. La visita finaliza con una degustación de diferentes quesos y derivados lácteos, elaborados con esmero y según las técnicas tradicionales del Valle del Roncal. El precio es de 6 euros por persona, y es posible reservar en el teléfono 686 998 077.
El punto de encuentro es la quesería Ekia, situada en la entrada de Isaba, un moderno espacio en el que el visitante tiene la posibilidad de observar el obrador a través de una gran cristalera. Desde ahí, se explica el proceso de elaboración del queso Roncal, con especial atención a su materia prima y a las fases artesanales que lo hacen único.
Recientemente, la quesería ha iniciado una nueva etapa tras ser reabierta por cuatro jóvenes descendientes de pastores y queseros. Nació hace más de 30 años en Uztarroz y ahora mantiene su espíritu original en una nueva localización, sin renunciar al legado que la convirtió en un emblema del queso Roncal.
La visita guiada permite entender no solo el proceso de elaboración, sino también la historia y evolución de un producto con Denominación de Origen, el primero reconocido en España en el ámbito del queso. Ekia representa ese vínculo entre la tradición y la renovación generacional que mantiene viva la esencia del Pirineo navarro.
Quienes acuden a la visita también pueden probar distintas variantes de queso, desde el clásico Roncal curado hasta el gaztazaharra o el requesón, todos ellos elaborados con leche cruda y bajo estrictos criterios de calidad. Esta degustación permite comparar sabores, texturas y matices, convirtiendo la experiencia en un viaje por la cultura quesera de la zona.
Más allá del disfrute gastronómico, las visitas interpretativas buscan poner en valor el trabajo del mundo pastoril y fomentar el conocimiento sobre el entorno natural y productivo del Valle del Roncal. Una experiencia que combina divulgación, paisaje y producto local.
Para quienes visitan la zona este verano, la parada en Isaba es una oportunidad para descubrir de forma auténtica una parte esencial del patrimonio navarro. Y, sobre todo, para saborear uno de sus tesoros mejor guardados.