PAMPLONA

Asirón recula en su enfermiza obsesión por cambiar nombres de calles en Pamplona tras un grave error

Fotomontaje de Joseba Asirón sobre un cartel de la calle Los Arcos de Pamplona.
No asume responsabilidad alguna y señala directamente al Gobierno de Navarra como único responsable.

El alcalde de Pamplona, Joseba Asirón, de profesión historiador, se ha visto obligado a dar marcha atrás en su enfermizo empeño por cambiar la denominación de calles en la ciudad, tras detectarse un grave error en el informe del Gobierno de Navarra que sustentaba uno de los cambios más polémicos: el de la calle Los Arcos.

Como se recordará, el alcalde Asirón anunció tras imponer por resolución de Alcaldía el cambio de nombre de varias calles en Pamplona por otros vinculados al nacionalismo vasco o al entorno euskaldún, sin verificar si, como aseguraba el también enfermizo Gobierno de Navarra, si los protagonistas de las calles mencionadas guardaban alguna relación con el franquismo. 

El Departamento de Memoria y Convivencia, Acción Exterior y Euskera del Ejecutivo foral ha reconocido que el informe remitido al Ayuntamiento en enero de 2025 contenía una confusión entre dos personas distintas. Según ha admitido ahora el propio Gobierno de Navarra, el informe aludía a la calle dedicada al ingeniero Antonio Los Arcos, cuando en realidad la persona con vinculación al franquismo era el general José Los Arcos Fernández, quien no cuenta con ninguna calle a su nombre en Pamplona, pese a ser navarro.

El error ha obligado al alcalde, que en su condición de historiador ni siquiera se cuestionó la veracidad del informe, a dejar sin efecto su propia Resolución de Alcaldía por la que se modificaba el nombre de la calle, tras haber actuado de forma precipitada sin verificar adecuadamente los datos proporcionados por el informe foral. A pesar de la gravedad del fallo, el Consistorio no ha asumido responsabilidad alguna y ha señalado directamente al Gobierno de Navarra como único responsable del equívoco.

La medida revocada se encuadraba en una política impulsada por Asirón que muchos vecinos han calificado como una "obsesión enfermiza por borrar la historia de Pamplona", cambiando nombres con décadas de historia por otros vinculados al nacionalismo vasco o al entorno euskaldun radical de izquierdas. En este caso, el cambio pretendía reemplazar el nombre de la calle Los Arcos por el de Paquita Bretos Andueza, propuesta que ahora deberá buscar otra ubicación.

El informe erróneo fue elaborado conforme a la Ley Foral 33/2013, que promueve la retirada de simbología franquista, y exigía al Ayuntamiento actuar en el plazo de un mes. A raíz de ese documento, el equipo de gobierno ordenó también el cambio de otras dos calles: Víctor Eusa y Ángel María Pascual, cuyos cambios se mantienen al estar confirmados en el censo oficial de símbolos franquistas.

Este nuevo episodio vuelve a poner en entredicho la forma en que Asirón está gestionando la memoria histórica en Pamplona, priorizando una agenda ideológica que ha generado una amplia contestación social y política. Mientras tanto, la calle  Los Arcos conservará su nombre original, al reconocerse que no vulnera la normativa vigente.