Las piscinas de Pamplona que cumplen 60 años de vida: “Somos una referencia deportiva y social”
En Pamplona hay un espacio que desde hace seis décadas ha marcado la vida de miles de familias. Fue un 11 de septiembre de 1965 cuando se colocó la primera piedra de un proyecto que con el paso de los años se ha convertido en mucho más que unas simples instalaciones deportivas. Allí se han tejido amistades, se han vivido veranos enteros entre chapuzones, se han formado equipos y se han escrito historias personales que siguen vivas.
El lugar ha crecido con la ciudad y con sus socios. Ha ampliado instalaciones, ha mejorado servicios y ha ido incorporando nuevas actividades, siempre con el mismo objetivo: ofrecer deporte, ocio y bienestar a todas las generaciones. Hoy, en sus más de 103.000 metros cuadrados, disfrutan 9.500 socios de un ambiente donde conviven el deporte y la vida social.
Década tras década, quienes forman parte de este espacio han visto cómo se sucedían campeonatos, entrenamientos y celebraciones. En sus redes sociales lo han explicado con claridad: “Hemos crecido, mejorado y sabido adaptarnos a los tiempos sin perder nunca nuestra esencia”.
La presidenta, Cristina Luzuriaga Catalán, ha recordado que cada paso ha sido fruto de la ilusión y el esfuerzo colectivo. “Cada logro, cada sonrisa, cada recuerdo forman parte del legado construido por todas las personas que, con su dedicación y compromiso, han hecho de Amaya una referencia deportiva y social”, ha señalado.
Este club es la Ciudad Deportiva Amaya, que en 2025 ha cumplido 60 años con el orgullo de haber mantenido intacta su identidad. “Lo hacemos con la misma ilusión de siempre, con la fuerza de nuestra historia y con la mirada puesta en el futuro. Porque esta historia aún tiene muchos capítulos por escribir… y queremos seguir escribiéndolos contigo”, han subrayado desde la entidad.
El aniversario llega en un momento especial. En noviembre de 2022, Amaya inauguró un nuevo edificio de 2.977 metros cuadrados que ha transformado su oferta. Incluye una piscina cubierta de 25 metros completamente renovada, nuevos vasos para actividades acuáticas, un balneario spa, un rocódromo tipo boulder, galerías de acceso con miradores y más de 1.000 taquillas elevadas para evitar los daños de posibles inundaciones.
El estreno de este espacio no fue sencillo. La pandemia, dos inundaciones, la escasez de materiales de construcción y las huelgas de transporte complicaron el avance de las obras. Con todo, el resultado ha tenido un valor simbólico añadido. “Ha sido más ilusionante poder abrirlo tras tantas dificultades”, han expresado desde el club.
En la primera planta, un pasillo conecta el núcleo principal con las salas de actividades y las pistas de squash. Desde allí se asoman tres miradores: dos hacia la zona de agua y uno hacia el Boulder. En ese mismo nivel se instalaron dos nuevas pistas de squash fabricadas por ASB Squash Courts, empresa líder mundial en este ámbito. Se trata de una mejora notable respecto a las anteriores, tanto en calidad de juego como en estética, además de quedar ahora protegidas frente a inundaciones.
Las inversiones también han alcanzado al campo de béisbol. En junio de 2022, con la ayuda de 200.000 euros del Instituto Navarro del Deporte (IND), se sustituyó el césped natural del “infield” o zona de bases por césped artificial de última generación. La reforma afectó a 3.315 metros cuadrados, según informó el Gobierno de Navarra, y supuso un salto de calidad para esta instalación histórica.