La Universidad de Navarra tala árboles enfermos por seguridad, Asirón se enrabieta y les ataca
El Ayuntamiento de Pamplona ha ordenado este lunes la paralización inmediata de la tala de 174 árboles en el campus de la Universidad de Navarra, una decisión que ha generado sorpresa al producirse en plena polémica por el cierre de la carretera que atraviesa el recinto universitario.
El Consistorio ha alegado que la institución académica carecía de los permisos necesarios para llevar a cabo el apeo, aunque la propia universidad defiende que la actuación respondía a motivos de seguridad vial y peatonal, tras informes técnicos que advertían del riesgo de caída de ejemplares enfermos.
La orden, emitida por Policía Municipal y avalada por la Junta de Gobierno, se apoya en un informe de Conservación Urbana y Sanidad que detectó la ausencia de licencia municipal en el expediente iniciado en octubre de 2022 por la universidad.
Según el Ayuntamiento, el 30 de junio, Urbanismo ya había solicitado a la entidad documentación técnica complementaria que no consta en el expediente, por lo que los trabajos se consideraron no autorizados. Además, el Consistorio ha abierto un expediente informativo para aclarar las responsabilidades del apeo ya realizado, que alcanza a un centenar de ejemplares.
Desde la Universidad de Navarra se subraya que la tala respondía a criterios estrictamente técnicos. La institución recuerda que en enero el área municipal de Jardines reconoció la “necesidad imprescindible” de retirar los árboles enfermos en caso de pérdida súbita de estabilidad.
En este sentido, la universidad explica que el 24 de julio comunicó al Ayuntamiento que entendía otorgada la licencia para actuar sobre ejemplares con riesgo grave para la ciudadanía. “Se trataba del apeo de ejemplares enfermos que se estaba realizando en el campus. Como ha sucedido hasta ahora, en este proceso se colaborará con el Ayuntamiento en lo que sea necesario”, ha señalado en un comunicado, adelantando además que presentará las alegaciones oportunas.
La universidad aporta ejemplos concretos que evidencian el peligro. El pasado 11 de junio un árbol de cinco toneladas cayó sobre un camino peatonal dentro del campus, lo que motivó la actuación inmediata.
Según su versión, antes de cada apeo un perito independiente evaluaba el estado del ejemplar y confirmaba la inexistencia de medidas alternativas viables como el descope. Con este criterio, los 123 árboles ya retirados y los pendientes de apeo representaban un riesgo grave de seguridad.
La polémica se enmarca en el contexto del cierre de la carretera del campus, una medida anunciada por el alcalde Joseba Asirón que ha quedado pospuesta para nuevas evaluaciones.
Esta decisión se había anticipado como un foco de caos circulatorio en Pamplona, al obligar a desvíos en una de las arterias clave de la ciudad. La coincidencia temporal entre la paralización de la tala y la rectificación en el cierre ha alimentado las críticas por la gestión municipal y por la aparente falta de planificación.
Mientras tanto, la Universidad recuerda que su plan no es solo de apeo, sino también de renaturalización y reforestación del campus. Desde 2021 desarrolla un proyecto que prevé la plantación de más de 800 árboles, con 224 ejemplares ya sembrados —robles, mostajos, arces y olmos—.
El campus, con 113 hectáreas y casi 5.700 árboles de 173 especies, ha recibido ocho veces el premio Green Flag Award por su gestión ambiental. La institución insiste en que su actuación estaba avalada por la Confederación Hidrográfica del Ebro y el Gobierno de Navarra, organismos que ya habían autorizado el apeo de ejemplares con riesgo extremo.