POLÍTICA

Alzórriz, tras años blanqueando a los proetarras de Bildu, dice ahora que "Navarra no se toca"

Ramón Alzórriz del PSN junto a Laura Aznal de EH Bildu minutos antes del comienzo del pleno. PABLO LASAOSA
Alzórriz sale a mitigar las ansias independentistas de sus socios y a intentar cortarles las alas que él mismo les dio. 

El Partido Socialista de Navarra, el mismo que ha blanqueado a los proetarras de Bildu sólo por aferrarse a las poltronas de los gobiernos de Navarra y España, y el mismo que les regaló la alcaldía de Pamplona para mantener a María Chivite y a Pedro Sánchez en sus cargos, dice ahora que "el estatus de Navarra no se toca".

Así ha respondido el secretario de Organización del PSN-PSOE, Ramón Alzórriz, a las palabras del exetarra y coordinador general de Bildu, Arnaldo Otegi, que ha planteado un "gran estatus" que recoja el reconocimiento de que "Euskal Herria es una nación" y el derecho a la autodeterminación.

Llama poderosamente la atención que los socialistas se pongan ahora férreos en el lado de la defensa del estatus institucional de Navarra como una comunidad propia y diferenciada en el marco de la nación española, cuando han sido ellos (precisamente como una concesión a Bildu) los que han abierto la puerta de las reformas de la Lorafna mediante la creación de una ponencia en el Parlamento de Navarra.

Ahora que Bildu ha vuelto a dejar clara cuál es su intención en esa ponencia, los socialistas navarros se rasgan las vestiduras y sostienen que "no vamos a entrar en ensoñaciones independentistas que no son las que representan a la mayoría de navarros y navarras".

Alzórriz, ha asegurado que mientras estén al frente del Gobierno, "Navarra seguirá siendo una comunidad diferenciada dentro de España, con la mirada puesta en Europa y siempre cumpliendo con el marco constitucional". "Estamos cómodos siendo parte de España con nuestras especificidades, autogobierno y convenio económico", ha aseverado.

Son palabras del mismo portavoz socialista que no tuvo ningún reparo en regalar a quienes quieren que Navarra se diluya en el País Vasco, la Alcaldía de Pamplona, la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona, la Federación Navarra de Municipios y Concejos y varios ayuntamientos de Navarra en un pacto oculto a los navarros para conseguir la investidura de Chivite y la aprobación de los presupuestos.

Por eso, choca que ahora Alzórriz salga a intentar mitigar las ansias independentistas de sus socios y trate de cortar las alas que él mismo, en la negociación de ese pacto, dio a los radicales proetarras.