Ignacio Del Burgo vuelve a la novela negra con una artista desaparecida y un detective que huye de sí mismo
Un detective que intenta huir de sí mismo, una artista desaparecida y una Europa al borde del desastre: así arranca Demasiado tarde para huir, la nueva novela negra del abogado pamplonés Ignacio Del Burgo, ambientada entre Los Ángeles y Londres en los años treinta. El autor pamplonés regresa al noir con una historia de espionaje, pasiones peligrosas y lealtades rotas en la que nada ni nadie es exactamente lo que parece. El libro está disponible desde este miércoles 19 de noviembre.
Del Burgo reconoce que volver a esa década no ha sido una decisión casual. Hace un par de años publicó Cae la noche sobre La Habana, ambientada también en los años treinta, y sintió que ese periodo histórico seguía ofreciéndole un enorme potencial narrativo. “La elección de los años treinta no fue casual”, afirma, porque es un tiempo en el que se superpone todo: el auge del crimen organizado, la crisis económica, el ascenso de los totalitarismos y el espionaje internacional. Le interesaba explorar ese filo histórico en el que el mundo camina hacia el desastre sin ser plenamente consciente.
El escenario geográfico tampoco es inocente. Buscaba dos ciudades que funcionaran casi como personajes. Los Ángeles aparece como una ciudad luminosa y corrupta, una superficie brillante que esconde demasiadas sombras; Londres, en cambio, surge envuelta en niebla y sospecha. “Los Ángeles representa el espejismo; Londres, la sombra y la amenaza”, resume Del Burgo, que sitúa a su protagonista, Jack Murphy, moviéndose entre ambas como alguien que intenta escapar de sí mismo pero solo consigue acorralarse más.
En el centro de la novela está Jack Murphy, un detective privado marcado por la guerra y por una vida sentimental llena de fracasos. “Murphy nació de la necesidad de construir un personaje que habitara cómodamente en las sombras”, cuenta el autor. Lo describe como un excombatiente con más cicatrices internas que externas, mujeriego, enamoradizo y profundamente escéptico, capaz de desplegar un cinismo corrosivo para protegerse de lo que más teme: el compromiso y la posibilidad de redención. Del Burgo explica que quiso despojarlo de certezas, dotarlo de un sentido moral vacilante y de esa mezcla de ironía y vulnerabilidad tan propia del noir.
La trama arranca con un encargo en apariencia rutinario: viajar a Londres para localizar a una artista desaparecida. Ese viaje lo despoja de su terreno familiar y lo coloca ante un conflicto moral y emocional que desborda sus recursos habituales. “Quería ponerle en la tesitura de elegir entre su propio interés y aquello que podría convertirlo en el hombre que siempre quiso ser”, explica Del Burgo. Y lo resume con una frase que marca el tono del libro: “Murphy no es un héroe; es un superviviente”.
El trasfondo de espionaje que recorre la novela nace de un hecho histórico real: la intención de la Rusia soviética de infiltrarse en los servicios británicos durante los años previos a la Segunda Guerra Mundial. El autor no busca recrear un caso concreto, sino captar el clima de sospecha, duplicidades y silencios que definió aquel tiempo. Le interesaba ver cómo reaccionaba Murphy, “un hombre que no cree en las conspiraciones”, cuando se encuentra con indicios de que tal vez algo sucede detrás de las apariencias.
Demasiado tarde para huir rinde homenaje al hard-boiled clásico. Del Burgo reconoce como referentes a Dashiell Hammett y Raymond Chandler. De Hammett admira “su manera de narrar sin adornos”; de Chandler, “la mirada melancólica y ese humor cansado” con el que Marlowe atraviesa un mundo corrupto sin perder del todo la decencia. En esta novela ha querido actualizar esa tradición: profundiza en la psicología del protagonista, explora qué hay detrás de su cinismo y combina ese tono clásico con una intriga internacional acorde con la complejidad de los años treinta.
La artista desaparecida es una pieza esencial de la historia. No es un personaje nuevo: ya aparecía en Cae la noche sobre La Habana y está inspirada en una pianista y directora de orquesta real, hija de emigrantes españoles en Cuba y con vida posterior en Estados Unidos. Su figura —o su ausencia— sirve como detonante emocional para Murphy. Del Burgo explica que “en su historia hay una verdad que le afecta más de lo que está dispuesto a reconocer”. Esa búsqueda lo obliga a enfrentarse a emociones que normalmente evita. “Es una sombra que lo acompaña y lo transforma sin necesidad de estar en escena”, afirma.
La ambientación es otro pilar de la novela. Del Burgo dedicó tiempo a la documentación: leyó crónicas, memorias, libros de historia y literatura de la época, y viajó a Londres para recorrer escenarios y captar la atmósfera. “No buscaba una reconstrucción académica, sino la sensación de moverse en un mundo opaco, lleno de claroscuros”, explica.
El autor confía en que el lector se sorprenda por la manera en que la historia se desplaza bajo sus pies. “Empieza como un caso casi convencional y se convierte en otra cosa”, avanza. Una trama de espionaje y motivaciones ocultas en la que nadie es exactamente quien dice ser. También espera que resulte llamativa la evolución emocional del protagonista, “obligado a tomar decisiones que no encajan con la imagen que tiene de sí mismo”, y algunos giros finales que reordenan lo anterior.
Del Burgo considera que esta novela encaja en su trayectoria porque nunca ha seguido un plan fijo. “Escribo lo que me apetece explorar en cada momento”, afirma. Para él, Demasiado tarde para huir representa una evolución natural, un paso más en madurez narrativa, con mayor cuidado en la atmósfera y una intriga más depurada.
Compaginar la escritura con su trabajo de abogado no es sencillo. Define la literatura como una afición que lo acompaña desde siempre. “Escribo a pequeños tramos: por las noches, algunos fines de semana, robando horas al calendario”, asegura. Incluso así, cree que siempre se puede avanzar un proyecto narrativo cuando existe verdadera voluntad.
La novela de Ignacio del Burgo, publicada por Almuzara, llega en edición rústica con solapas, con 216 páginas y un precio de 19,95 euros. Desde este miércoles 19 de noviembre está disponible tanto en librerías como en Amazon.