Las cuatro mujeres que se han tirado 9 horas en coche para llegar a tiempo al Chupinazo de San Fermín
Han recorrido más de 800 kilómetros en coche solo para vivir su primer Chupinazo. Salieron de Granada el día 5 por la mañana con un destino claro: llegar a Pamplona a tiempo para el arranque de las fiestas de San Fermín.
El plan, compartido entre madre e hija y dos amigas, ha incluido parada nocturna en Salamanca, donde vive parte de la familia, y una segunda etapa hasta Navarra al día siguiente.
Han tardado casi nueve horas, divididas en dos jornadas, pero eso no ha sido un problema. El objetivo estaba claro: ver, sentir y escuchar el comienzo de unas fiestas que nunca habían vivido. “Nos hemos decidido a venir para ver Pamplona un poco más. No la conocíamos”, han comentado, aún impresionadas por lo que se han encontrado al llegar.
Las tres adolescentes, que se conocieron en clases de gimnasia rítmica, lo han tenido claro desde que han pisado la ciudad. “Ver a toda la gente vestida de blanco nos ha parecido muy guay, muy tradicional”, han dicho, entre risas y móviles en mano. Querían ver ambiente, calles llenas, música y algo diferente. “De momento no se parece en nada a Granada”, han añadido con cara de sorpresa.
La idea ha sido de Mónica Clemot Clemot, madre de Leire, de 15 años, que ha viajado con sus dos amigas, Sandra y Marta. Mónica, granadina y casada con un navarro desde hace más de quince años, ya ha vivido otros Sanfermines, pero esta vez quería que fueran especiales.
“Lo hemos hecho muchas veces. Se hace con gusto. Yo he venido más veces a San Fermín”, ha asegurado mientras almorzaba en una terraza del centro con amigos navarros.
Aunque han llegado con ganas de Chupinazo, sabían que no iban a meterse en el centro de la plaza del Ayuntamiento. “No para verlo, sino para escucharlo. Nunca hemos llegado a la plaza, nos quedaremos en alguna calle paralela, por detrás, donde se escucha muy bien”, ha explicado Mónica, que conoce bien el ritmo y la intensidad del día 6.
Van a quedarse hasta el día 9 y tienen claro que quieren aprovechar. Han comprado entradas para ver el encierro en la plaza el 8 de julio y también tienen previsto acercarse a los corrales del Gas para que las chicas vean los toros. No han cogido entradas para la corrida. “En Granada sí voy a los toros, pero aquí no he ido nunca”, ha contado la madre.
Ahora, lo que más les apetece es moverse por la ciudad, seguir descubriendo rincones y probar otras actividades. “A mí me encantan los Sanfermines. He tenido diferentes momentos: cuando era más joven era más bien juerga y ahora son los Sanfermines con hijos, que ofrecen muchas posibilidades como los conciertos, los fuegos…”, ha contado Mónica, convencida de que estas fiestas tienen su encanto vayas como vayas. “Está bien organizado. No creo que nos perdamos por la calle”, ha comentado entre risas.