SAN FERMÍN 2024

El Top manta campa de nuevo a sus anchas en San Fermín ante la pasividad de Asirón

Puestos de manteros en Carlos III este miércoles. NAVARRA.COM
Los manteros suelen ser jóvenes africanos manipulados por las mafias, que los envían de ciudad en ciudad a vender la mercancía.

Cada año oleadas de manteros llegan a Pamplona por San Fermín. Viajan con sus mantas y grandes bolsos repletos de productos falsificados, buscan cualquier sitio concurrido y despliegan sus productos sobre una manta buscando esos ingreso mínimos que necesitan para vivir.

Suelen ser jóvenes africanos manipulados por las mafias, que los envían de ciudad en ciudad a vender la mercancía que han comprado, por su puesto a precios más bajos, haciendo su agosto con el hambre, la necesidad y la miseria.

Así como otros años el producto estrella eran las zapatillas deportivas falsificadas, este año de Eurocopa, las estrellas del top manta son las camisetas de fútbol. Las hay de docenas de equipos y selecciones de todo el mundo y se venden a 20 euros, aunque no es complicado encontrar manteros dispuestos a negociar el precio.

Nada que objetar al modo de subsistencia de los manteros, que bastante hacen con sobrevivir en duras condiciones. Aunque la sociedad pamplonesa sí que objeta de manera contundente, no sólo ante las mafias inhumanas que se aprovechan de la necesidad de los manteros, sino también ante la pasividad del alcalde de Pamplona, Joseba Asirón, que no defiende los intereses del comercio local.

Los comerciantes de Pamplona son sangrados por el pago de tasas de todo tipo y ven cómo, cuando llega San Fermín, los manteros, que no pagan ni un céntimo de impuestos, ponen sus comercios ambulantes en cualquier sitio concurrido, haciéndoles la competencia.

El problema no es sólo que les quitan negocio o que no puedan vender tan barato como los manteros, sino que asisten con frustración a cómo la Policía Municipal de Pamplona no hace nada para defender los intereses de los comerciantes contribuyentes. 

Es especialmente sangrante el caso de los comerciantes que pujan por un puesto de venta ambulante en la Taconera. Ellos hacen grandes desembolsos económicos por una licencia para poder vender del 6 al 14 de julio. A ellos se les cobra, y a los manteros, no, generando una indefensión y un perjuicio de lo más injusto.

Y por supuesto, cuando hablamos de productos a la venta en el Top manta hablamos de productos que no han sido sometidos a ningún tipo de control sanitario, ni de calidad, ni de seguridad, por lo que, dejarles campar a sus anchas por la ciudad implica también poner en riesgo a los ciudadanos.