La indignación se ha apoderado de los pequeños comercios y locales hosteleros de Pamplona ante la llegada masiva de ‘manteros’ y establecimientos gastronómicos ‘express’ que, un año más, han llenado las calles de la capital navarra por San Fermín ante la inacción y complicidad del equipo de Gobierno dirigido por Asirón (EH Bildu).
Lejos de impedir la proliferación de este tipo de comercios ilegales, el Consistorio ha decidido cambiarlos de ubicación y alejarlos de la zona que habitualmente tomaban sin solicitar ningún tipo de permiso.
Así, este año, la mayoría de manteros se ha situado en la parte más alta de Carlos III, en el espacio comprendido entre la plaza de Merindades y la de la Libertad, dificultando en muchas ocasiones el tránsito de personas, vehículos que salen del aparcamiento y la celebración de algunos actos previstos en el programa oficial de fiestas, especialmente los espectáculos infantiles
La imagen de la “vergüenza” de decenas de mantas con productos falsos por el suelo ha molestado, y mucho, a los establecimientos comerciales de la zona después de que en una reunión previa a San Fermín mantenida con el Ayuntamiento de Pamplona se les “prometió” que se iba a intensificar la labor policial en la zona para que estas personas no quedaran impunes.
“Es un cachondeo”, han asegurado varios comerciantes que han visto como el problema simplemente se ha trasladado de zona en la ciudad y, además, usan sus escaparates para exponer el género ilegal.
Esta polémica no es un asunto nuevo y ha sido tratada en muchas ocasiones en las comisiones del Ayuntamiento de Pamplona con diferentes sentidos.
De hecho, el pasado mes de septiembre y con la reapertura del curso político, UPN trasladó una moción para abordar el problema del conocido como ‘top manta’ en las fiestas de Pamplona y paliar las consecuencias directas que tienen sobre los comerciantes locales y los vendedores ambulantes que sí pagan de forma legal sus negocios durante los 9 días que duran las fiestas.
Por ejemplo, los puestos de venta que se instalan en San Fermín tienen un precio que oscila entre los 300 y los 9.000 euros y, en la mayoría de ocasiones, sus productos chocan de lleno con los que ofertan los vendedores ilegales.
La moción fue finalmente aprobada, aunque partidos políticos como Aranzadi e Izquierda-Ezkerra tacharon a los regionalistas de traer al Consistorio un asunto con “tufillo racista”.
MÁS QUEJAS FRENTE A UN FENÓMENO QUE SIGUE CRECIENDO EN PAMPLONA
Los comerciantes y hosteleros no son los únicos que han lanzado sus quejas ante el aumento considerable del llamado ‘top manta’ en Pamplona.
Usuarios del aparcamiento de Merindades también han lanzado sus protestas contra este fenómeno.
“Al salir tienes el camino justo para pasar con el coche y no puedes fallar porque les pisas los artículos”, ha denunciado un conductor.
También los padres que acuden con sus hijos a los espectáculos que cada noche se organizan en la zona y que cuentan con grandes carrozas que se ‘guardan’ en la Escuela de Artes y Oficios de Pamplona no han podido callarse y han señalado que, ante la ingente cantidad de mantas por el suelo, las carrozas no pueden circular de manera correcta y ponen en duda la seguridad de este evento que los pequeños pamploneses no pueden disfrutar.