Sandra, la nueva ‘voz’ de Cruz Roja en el encierro de San Fermín: "No hemos superado la muerte de José Aldaba”
Sandra Parra, la nueva ‘voz’ de Cruz Roja Navarra para los encierros de San Fermín en Pamplona, sabe que este año no va a ser fácil. Ni para ella ni para su equipo. Porque su voz sustituirá, por primera vez, la del periodista José Aldaba, fallecido en enero. “Aún no hemos superado su pérdida”, ha confesado.
José Aldaba Legazpi nos dejó el pasado 31 de enero a los 58 años, dejando un gran vacío en su organización y en el ámbito informativo de los Sanfermines, donde durante años fue el rostro conocido y la voz que ofrecía el parte médico tras cada encierro.
A Sandra le tocará dar el parte médico tras cada encierro, desde el puesto de Cruz Roja en en el tramo de Telefónica, en la esquina de las calles Amaya y Cortes de Navarra. Un instante que durante años estuvo ligado a la inconfundible entonación radiofónica de Aldaba.
Sandra ha asumido el reto con humildad y determinación. “Soy la nueva referente del departamento de comunicación de Cruz Roja en Navarra. Llevo nueve años en esta entidad. He sido voluntaria desde que llegué a Navarra en 2016”, ha explicado. El vínculo entre ambos fue muy estrecho desde el primer día: “José me integró en el equipo de Cruz Roja para San Fermín y para las Javieradas. Hicimos juntos trabajos de todo tipo. Preparar estos Sanfermines sin él es difícil, pero haber trabajado a su lado es una ventaja enorme”.
Aunque en 2022 no pudo participar por motivos laborales, y en 2023 estaba embarazada, este año ha regresado con fuerza. Felipe, su hijo, tiene ya diez meses. Y aunque la maternidad le ha cambiado los ritmos, no le ha quitado energía. “Me toca ahora aportar esa frescura que traigo, sobre todo en el ámbito digital”, ha contado.
Sandra Parra Rodríguez se presenta con una frase que la define por completo: “Colombiana de nacimiento, mexicana de corazón y española de adopción”. Tiene 41 años, se formó como periodista en Colombia y ha trabajado como corresponsal en República Dominicana, Haití, Honduras, Venezuela y México, donde conoció al que hoy es su marido.
“En México me atropelló el amor. Allí conocí a mi esposo, Enrique Basoco, que es navarro de arriba a abajo. Me vendió muy bien a Navarra, así que decidimos venirnos a vivir aquí”, ha relatado con humor.
Una vez en Pamplona, sintió que tenía una deuda pendiente con el voluntariado. “En los países en los que he vivido, siempre he admirado el trabajo de Cruz Roja, así que decidí acercarme y colaborar”, ha recordado. Así fue como entró en contacto con Aldaba, a quien ayudó en tareas de foto, vídeo y redes sociales. Con el tiempo, su implicación fue creciendo hasta formar parte activa del área de comunicación.
La muerte de José le pilló lejos. “Estaba en México cuando ocurrió. Fue muy trágico para mí porque teníamos una relación muy estrecha. Aún no he tocado muchas cosas en su oficina… entiendo que eso llevará tiempo”, ha compartido con emoción. “Somos un legado de José. Su potente voz de radio no se va a borrar jamás. Era capaz de romper cualquier momento tenso con una frase bonita o con humor. Le estaré siempre agradecida por dejarme ayudarle desde el principio”.
Este 7 de julio, antes del primer encierro, Cruz Roja celebrará un acto interno en su memoria. Mientras tanto, Sandra se prepara para asumir esa labor tan simbólica y tan exigente, pero no lo hace sola. “Formo parte de un equipo: Alfonso Contín, Julián Salvador, Cristina… todos tiramos del carro este año. Es un San Fermín inédito para nosotros”.
Y aunque los focos apunten al vallado, no ha querido olvidarse de la labor constante de la entidad. “San Fermín es muy visible, pero durante el año trabajamos con personas mayores, empleo, formación, atención a la vulnerabilidad… Es una gama muy amplia y completa. Ojalá los medios nos ayuden a que todo eso se conozca más”, ha expresado.
Ahora le toca a ella, con esa mezcla de experiencia internacional, compromiso social y cariño por esta tierra, coger el relevo de una voz que marcó a una generación de Sanfermines.