Los dos colegios de Navarra que participan en un proyecto de protección del paisaje con la UPNA
Un total de 170 estudiantes de cuarto de la ESO, provenientes de los centros educativos Liceo Monjardín y Nuestra Señora del Huerto, participaron recientemente en una interesante actividad denominada “Aprendiendo tras la DANA: protege tu paisaje, protégeme”, una iniciativa organizada por la Universidad Pública de Navarra (UPNA).
Esta actividad fue financiada en el marco de la convocatoria de Proyectos de Divulgación Científica 2025 de la propia institución, a propuesta de la profesora Rosa María Canals, quien es investigadora del Instituto ISFOOD de la UPNA. Además, esta propuesta forma parte de un proyecto europeo denominado COMPÁS, que está siendo liderado por la UPNA.
La actividad de divulgación científica incluyó diversas dinámicas diseñadas para acercar al alumnado a cuestiones relacionadas con el entorno natural y los efectos del cambio climático, además de sensibilizarles sobre la importancia de la gestión ambiental en la prevención y mitigación de incendios forestales.
La jornada comenzó con una charla introductoria en la UPNA, donde los estudiantes recibieron información clave sobre los temas a tratar y tuvieron la oportunidad de visitar la finca de prácticas de la universidad, una experiencia que les permitió entrar en contacto directo con los recursos y la labor educativa que la institución ofrece.
En los días posteriores, los colegios participantes tuvieron la oportunidad de visitar la experiencia piloto de Ujué, un componente importante del proyecto COMPÁS. En esta visita, los estudiantes pudieron conocer de primera mano las realidades del mundo rural, explorando los desafíos que enfrenta debido al despoblamiento, una cuestión que afecta profundamente a muchas áreas del medio rural.
Además, se ofrecieron explicaciones detalladas sobre la gestión ambiental, haciendo especial hincapié en cómo las técnicas y estrategias enfocadas a la prevención y mitigación de incendios forestales pueden ayudar a proteger estos paisajes y a garantizar la seguridad de las comunidades.
La actividad también contó con el apoyo de expertos en el campo. En este sentido, los ganaderos locales jugaron un papel crucial, aportando su conocimiento y experiencia sobre el mundo rural, mientras que los miembros del EPRIF (Equipos de Prevención Integral de Incendios Forestales) ofrecieron información especializada sobre cómo se previenen y gestionan los incendios en el ámbito forestal.
Finalmente, la jornada culminó con una actividad práctica en la que los estudiantes trabajaron con mapas de riesgo, llevada a cabo en cinco sesiones que tuvieron una duración de entre dos y tres horas cada una.
En esta parte de la actividad, los estudiantes pudieron aplicar los conocimientos adquiridos en un ejercicio práctico que les permitió visualizar y analizar los diferentes riesgos en el territorio. Los docentes responsables de la actividad destacaron que los resultados fueron muy satisfactorios, ya que los estudiantes se involucraron activamente y lograron entender la importancia de tomar decisiones informadas a la hora de gestionar los riesgos en su entorno.
Esta experiencia educativa no solo contribuyó a la formación académica de los estudiantes, sino que también les brindó herramientas para comprender y afrontar los retos medioambientales de su tiempo, de una manera práctica y directa.