El pueblo de Navarra que celebra el día del espárrago con raciones gratis: se esperan tres mil visitantes
No faltarán los mercados de productos artesanos y gastronómicos, ni la ruta del vino por las bodegas tradicionales de la villa.

No faltarán los mercados de productos artesanos y gastronómicos, ni la ruta del vino por las bodegas tradicionales de la villa.
El protagonista es blanco, elegante, con sabor suave y textura delicada. Sale de la tierra húmeda cada primavera, se recolecta con mimo y se sirve templado, aliñado con aceite de trujal navarro. El espárrago fresco vuelve a ocupar el lugar que se merece: el centro de una fiesta que le rinde homenaje como uno de los productos más preciados de la huerta navarra.
Recientemente hemos conocido que la campaña del espárrago ha comenzado este año con dificultades pero ya hay agricultores que venden 400 kilos diarios directamente al consumidor como Javier Pérez de Zabalza en Legaria.
Quienes lo conocen saben que no es un alimento cualquiera. Es el fruto del trabajo de todo un año, del esfuerzo de agricultores que han sabido preservar una tradición que combina agricultura, clima, cultura gastronómica y una pizca de orgullo local. Por eso, cada ración que se reparte en esta feria lleva mucho más que un sabor: lleva historia.
A su alrededor, se reúne todo lo necesario para celebrar su grandeza. Música, vino, mercado, artesanía, miradores y calles vestidas para recibir a quienes lo veneran. Porque son muchos. En cada edición, esta feria ha atraído a cerca de 3.000 visitantes, dispuestos a saborear y descubrir lo que este producto de temporada ofrece.
Todo esto ocurre en un lugar con nombre propio: Dicastillo, una villa navarra que celebra este domingo 4 de mayo una nueva edición de su Feria del Espárrago, un evento convertido ya en referente gastronómico y turístico. El Ayuntamiento de Dicastillo destina 25.000 euros para organizar una programación que arranca ya desde el viernes 2 de mayo, con un pintxo-pote basado en espárrago, y sigue el sábado con una cata comentada de vinos dirigida por el enólogo Pedro Bujanda en el centro cívico. Para esta actividad, con plazas limitadas, ha sido necesario inscribirse previamente llamando al 948 527006 o escribiendo al correo [email protected].
El domingo, el día grande, comienza a las 10:00 horas con la apertura del mercado de productos artesanos, distribuidos en dos espacios: 24 puestos agroalimentarios en la plaza de los Fueros, con venta de espárrago fresco incluida, y una docena de puestos de artesanía en la calle Rebote, una de las principales arterias de la localidad.
Ha sido en esta última donde se vive uno de los momentos más esperados: la degustación popular de espárrago de Dicastillo, que tiene lugar en el interior del frontón municipal. En total, se reparten 2.000 raciones servidas en bandejas biodegradables, elaboradas con 400 kilos de producto recolectado exclusivamente en fincas del término municipal. Cada bandeja incluye tres o cuatro piezas, aliñadas con aceite del trujal Mendia, de la localidad vecina de Arróniz.
Para disfrutar de esta degustación, el Ayuntamiento habilita una zona de descanso en el entorno de la iglesia, junto al mirador, desde donde en días despejados se alcanzan vistas que van desde los Pirineos hasta la sierra de la Demanda.
Mientras el espárrago hace su desfile triunfal, las bodegas familiares de la villa abren sus puertas para ofrecer sus mejores vinos en un recorrido que ha incluye también el atrio de la iglesia, como espacio accesible y al aire libre. La participación ha espera alta: se han puesto a la venta 2.600 tickets de consumición y se reparten 1.500 copas catavinos. Por 6 euros, los visitantes pueden probar tres vinos con un pincho; con el bono de 10 euros, cinco vinos.
En esta edición participan bodegas de distintas localidades navarras: Emilio Valerio (Dicastillo), Malón de Echaide (Cascante), Valdelares (Cárcar), Aseginolaza y Leunda (San Martín de Unx) y también el pacharán Berezko, de la propia villa, que ofrece el licor tradicional navarro.
La fiesta está acompañada de música y folclore: ha sonado la banda local Bizkarra, han actuado el grupo de jotas Alegría Ribera, el Taller de Danzas Tierra Estella, los Txistularis de Tudela y las trikitixas, que han recorrido las calles llevando alegría en cada nota.
Este año, la feria también refuerza su compromiso con el medioambiente. Se utilizan materiales biodegradables y se han colocado contenedores para la separación de residuos en varios puntos del casco urbano. Además, las cintas que delimitan espacios son reciclables, como parte de una apuesta por la sostenibilidad que ya se venía aplicando en ediciones anteriores.
En cuanto a la accesibilidad, el consistorio reserva seis plazas de aparcamiento y ha instalado un baño portátil adaptado. Una de las bodegas ha sido acondicionada para garantizar el acceso sin barreras arquitectónicas, también al aire libre, pensando en todos los públicos.
La jornada ha coincide con la entrada en vigor, el 3 de mayo, del Real Decreto de Eventos Turísticos, que obliga a cumplir nuevos requisitos organizativos. “Ya el año pasado empezamos a implementar muchos de ellos”, han indicado fuentes municipales, que han subrayado la voluntad de seguir haciendo de esta feria una experiencia segura, cuidada y abierta a todos.