La empresa de las villavesas planta cara a sus trabajadores: "Rechazan una subida del 30%"
La dirección de Moventis TCC ha afirmado este martes que la propuesta presentada al comité de empresa para la firma del nuevo convenio colectivo es su oferta definitiva, al considerarla “sólida, equilibrada y altamente competitiva”. La compañía subraya que las condiciones planteadas sitúan a la plantilla de las villavesas de Pamplona entre las mejor valoradas del sector en toda España.
Según la empresa, el acuerdo incluye salarios iniciales superiores a 36.000 euros anuales, con un promedio de 40.000 euros, incrementos vinculados al IPC general, abono de atrasos desde la finalización del anterior convenio, además de subidas en pluses festivos y nocturnos, reducción de jornada laboral y más días de asuntos propios. También contempla mejoras en la conciliación familiar. En conjunto, asegura Moventis, estas condiciones suponen una mejora económica del entorno del 30% y 100 horas menos de trabajo anual respecto al convenio provincial del transporte.
Pese a ello, la dirección lamenta que el comité de empresa haya decidido mantener el conflicto abierto, a pesar de lo que califica como “relevantes mejoras”. En las últimas semanas, apunta la compañía, se han planteado reivindicaciones que “exceden el ámbito de la negociación colectiva” y que, por tanto, “deben resolverse en otras instancias”.
Moventis TCC insiste en la necesidad de preservar el marco laboral como espacio de diálogo constructivo, evitando que se desplace hacia “debates que no pueden resolverse en el seno de la negociación empresarial”. La empresa hace un llamamiento a la responsabilidad compartida y a la voluntad de acuerdo para “reconducir la situación y cerrar esta etapa”.
En su comunicado, la dirección advierte de que mantener el conflicto ante una propuesta tan ventajosa solo perjudica a la ciudadanía y a los propios trabajadores, quienes “verían consolidadas importantes mejoras en sus condiciones laborales si se ratificara el acuerdo”.
Por último, Moventis TCC reitera su compromiso con el empleo estable, la calidad del servicio y el respeto hacia toda su plantilla, y expresa su confianza en que, “con sensatez y espíritu de colaboración”, se logre alcanzar un acuerdo que beneficie a todas las partes implicadas.
Por su parte, los trabajadores aseguran que la negociación se encuentra "estancada", con "diferencias profundas", por lo que ha anunciado que "seguirá en la lucha hasta lograr un convenio justo".
Según el comité, las diferencias son "profundas, especialmente en cuestiones salariales y de condiciones laborales" al tiempo que precisan que siguen abiertos a la negociación.
El comité sostiene que la recuperación salarial es una deuda pendiente desde 2012. Al respecto la parte social ha puesto sobre la mesa la recuperación del 5,38 % del poder adquisitivo perdido desde 2012.
Ese año la compañía congelo los salarios amparándose en la reforma laboral y ante la previsión de pérdidas económicas, indica el comité que subraya que desde entonces empresa "ha obtenido beneficios constantes y ha visto como se equilibraban sus cuentas gracias al apoyo de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona".
A ello suma récords de viajeros, la implantación del modelo de “Ciudad 30” y unos horarios obsoletos, pero "ni un solo euro destinado a compensar esa pérdida salarial", denuncia.
Para el comité otro punto clave de la negociación es el tratamiento de las bajas laborales: Ha planteado complemento del 60 % del salario entre los días 1 y 20 de la baja, y del 100% a partir del día 45.
La empresa, por su parte, según los representantes de los trabajadores, no propone medidas con impacto económico ni ofrece una alternativa que mejore las condiciones actuales, dejando a la plantilla en una situación de vulnerabilidad ante una enfermedad o accidente".
Además, agregan, en materias "fundamentales" como la jornada diaria, descansos durante la jornada o contratación, "la empresa no ofrece absolutamente nada".
Como ejemplo de la "situación de precariedad" resaltan que la hora nocturna se paga a 3,58 euros brutos, y la empresa propone una subida de solo 17 céntimos y que el día festivo se retribuye a 7,20 euros brutos.
Por todo ello concluye asegurando que "después de casi 9 meses de huelga, la plantilla no está dispuesta a renunciar a unas condiciones de trabajo dignas" y "seguirá en la lucha hasta lograr un convenio justo que reconozca el esfuerzo y compromiso de todas las personas trabajadoras".