SOCIEDAD

LAB, tras poner a un etarra en la dirección de Sunsundegui, dice que la culpa del cierre es de UPN

Rueda de prensa de delegados de LAB en Sunsundegui y representantes del sindicato en la Sakana. - LAB
Los trabajadores se encuentras de alta en la seguridad social a la espera de que un juez autorice los despidos.

El sindicato abertzale, separatista y proetarra LAB ha exigido este jueves "responsabilidades" por el cierre de la planta de Sunsundegui y ha pedido a la administración concursal que "investigue de forma exhaustiva y que encuentre a los culpables de esta situación".

Dicho sindicato, asegura que los problemas de Sunsundegui tienen su origen en el año 2010, con un gobierno de UPN en el Palacio de Navarra y apunta como culpable al antiguo director, José Ignacio Murillo.

Al parecer, según el sindicato LAB, nada tiene que ver el hecho de la imposición del asesino etarra no arrepentido Vicente Nazábal en el consejo de administración como representante de los trabajadores, hecho que habría hecho replantearse a la multinacional Volvo su inversión en la fábrica. Tampoco que el nombramiento de Nazábal, respaldado por los trabajadores próximos a LAB, tuviera lugar tras la retirada de un segundo candidato que, según fuentes de la plantilla, renunciara "por presiones".

Tampoco tendría nada que ver la aquiescencia en el nombramiento de Nazábal de Sodena, la sociedad pública dependiente del Gobierno de Navarra, que miró para otro lado en aquel momento y defendió en todo momento que la llegada del asesino etarra al consejo de administración se ajustaba a la legalidad.

LAB tampoco ha hecho mención a la conflictividad laboral en el seno de la empresa, cuestión que podría haber sido tenida muy en cuenta por los posibles inversores que estudiaron la posibilidad de invertir en la fábrica de Alsasua.

Así pues, según LAB, después de más de 12 años sin encontrar un inversor, exige que se busquen culpables del cierre de la fábrica cuyos trabajadores, tras finalizar el periodo de consultas el 30 de abril, "se encuentran de alta en la empresa a la espera de que un juez autorice los despidos y se aporte la documentación necesaria para poder cobrar la prestación por desempleo y la deuda del Fondo de Garantía Salarial (Fogasa)".

Los sindicalistas proetarras han asegurado que el cierre de Sunsundegui "no ha sido algo fortuito" sino que "ha habido personas y multinacionales que se han beneficiado durante años de una empresa que ha sido financiada con ayudas públicas y que no ha solucionado los problemas organizativos y productivos".

El sindicato ha enmarcado el origen de esta situación en la crisis en 2010, cuando Sodena "adquirió la empresa por 1 euro" con el objetivo de "encontrar un socio inversor, pero en ningún momento se realizó una transformación de una planta que tenía producto y mercado". "En tan solo tres años la planta acumuló 36 millones de euros en pérdidas y UPN optó por deshacerse de Sunsundegui, perdonando una parte de la deuda a la dirección que ellos mismos pusieron, con José Ignacio Murillo a la cabeza", ha criticado.

"En aquel 2013, un plan de viabilidad pactado entre la dirección, UPN y UGT hizo que el gobierno abandonara Sunsundegui dejando el 51% de la empresa en manos de José Ignacio Murillo e imponiendo el 49% al resto de la plantilla. Ese es el modelo que ha perdurado hasta la fecha, siempre con un objetivo, la búsqueda de un socio inversor", ha explicado.

Este plan de viabilidad "fue posible gracias en gran medida al apoyo de Volvo que es quien ponía la carga de trabajo", afirma LAB, que se pregunta "si Volvo ha sido parte de la solución o parte del problema durante este tiempo. Ellos han sido los que han conseguido vender su producto, sus chasis, mientras la carrocera Sunsundegui asumía las pérdidas".

El sindicato ha puesto en valor su labor a lo largo de estos años para "garantizar un futuro para esta planta", participando en 2017 "activamente en la consecución de un acuerdo con la dirección y Sodena que supuso un plan de inversiones de 5,1 millones que iban destinados a la modernización de la planta". Por otro lado, ha afirmado que "nunca confió" en que el acuerdo con Volvo Buss en 2023 "tuviera futuro sin una transformación o modernización de la planta".

Para LAB, el "punto de inflexión" fue la destitución de José Ignacio Murillo y la creación de un consejo donde participaba el Gobierno de Navarra a través de Sodena. "Aquella fue una buena noticia, dado que por primera vez desde 2013 se recuperaba el control público de la empresa" y "vino acompañado de que consultoras externas trabajaran en un plan de viabilidad para la planta y en tratar de dar solución a los problemas financieros de la empresa", ha señalado.

Sin embargo, ha opinado que "esta última decisión vino tarde, con más de una década de retraso" en la que "apenas hubo control público y se confió todo al tándem conformado por la dirección de José Ignacio Murillo y Volvo, quienes son, ha considerado, "los máximos beneficiarios del dinero público destinado a financiar Sunsundegui" mientras que los trabajadores "han sido los paganos de sus deudas y de su mala gestión".

Por todo ello, LAB ha defendido que "hay que buscar culpables y responsables, sean públicos o privados" y "aprender de lo sucedido en Sunsundegui para que no vuelva a pasar". Ha exigido a la administración concursal "investigar lo ocurrido" y al Gobierno foral que encuentre "una alternativa real para Sunsundegui".