SOCIEDAD

Los menas de Marcilla provocan graves incidentes durante Carnaval: el Ayuntamiento denuncia el descontrol

Imagen de archivo de una detención de la Policía Foral. CEDIDA
El consistorio gobernando por el PSN denuncia que el centro de acogida de menas está sobredimensionado y reclama al Gobierno de Navarra que tome medidas ante la situación. 

La localidad navarra de Marcilla ha vivido un fin de semana marcado por la tensión y la preocupación vecinal tras los incidentes ocurridos el sábado 1 de marzo durante la celebración del Carnaval

Enfrentamientos entre jóvenes del municipio y menores extranjeros no acompañados (menas) residentes en el Centro de Observación y Acogida (COA) han puesto de manifiesto la creciente sensación de inseguridad en la localidad.

Todo comenzó con el robo de un teléfono móvil en la localidad por parte de un menor del COA. Ante este hecho, según ha relatado a Navarra.com la alcaldesa de Marcilla, María Esther Villanueva, "algún joven del pueblo reaccionó de forma violenta", desencadenándose posteriormente "un ambiente de agresión y violencia por el pueblo".

Según la alcaldesa, fue necesaria la participación de agentes de la Policía Local, de la Policía Foral y de la Guardia Civil. "Yo misma y algunos concejales estuvimos allí" tratando de serenar los ánimos, ha dicho, al tiempo que ha explicado que gracias a la labor policial "se consiguió acercar a los menores al centro" y se convino que, en aras a la seguridad, los menores no salieran del COA esa noche.

Villanueva ha recordado que el Ayuntamiento de Marcilla no tiene competencia sobre la gestión del Centro de Observación y acogida y, tal y como recoge la declaración aprobada por el pleno del consistorio, ha solicitado al gobierno de María Chivite "medidas de urgencia" para abordar el asunto, así como una reunión con la consejera" del ramo.

Los problemas de convivencia en Marcilla no son nuevos. En los últimos meses, el número de menores migrantes acogidos en el COA ha aumentado hasta superar los 100 residentes, lo que ha generado mayores dificultades en la convivencia y un incremento de incidentes que, de manera frecuente, requieren la intervención policial

Ante la gravedad de los hechos ocurridos en Carnaval, el Ayuntamiento de Marcilla, gobernado por el PSN, ha emitido un comunicado en el que condena los actos violentos y reclama al Gobierno de Navarra medidas para evitar que situaciones similares vuelvan a repetirse. 

El Ayuntamiento reconoce que el COA está sobredimensionado, lo que ha supuesto un desafío en la gestión de la convivencia y ha generado tensiones sociales. "Estos hechos son inaceptables y contrarios a los principios de convivencia, respeto y armonía que deben prevalecer en nuestra comunidad", señala el comunicado municipal.

Desde el consistorio se exige al Gobierno de Navarra que tome medidas para reducir la presión poblacional del COA, asegurando que Marcilla no está preparada para albergar a un número tan elevado de menores extranjeros no acompañados. En este sentido, el Ayuntamiento reclama una modificación del pliego de condiciones que rige el centro, adaptándolo a las capacidades demográficas del municipio, así como el cumplimiento de los compromisos establecidos para la integración efectiva de los menores acogidos.

El Ayuntamiento también ha anunciado que reforzará las medidas de seguridad en futuras celebraciones y eventos públicos, colaborando con las fuerzas del orden para evitar nuevos episodios de violencia y garantizar la tranquilidad de los vecinos. Asimismo, ha reafirmado su compromiso con la educación en valores de convivencia, impulsando iniciativas de sensibilización y mediación dirigidas a mejorar la comunicación y el entendimiento dentro de la comunidad.

"Marcilla debe seguir siendo un ejemplo de acogida, respeto y convivencia. La violencia no tiene cabida en nuestras calles ni en nuestras fiestas", concluye el comunicado. Con este llamamiento, el consistorio busca evitar una mayor polarización en la localidad y encontrar soluciones que permitan mantener la armonía social en un momento de creciente preocupación vecinal.

Por su parte, y desde el grupo municipal de UPN en el Ayuntamiento de Marcilla, se asegura que "pese a la declaración leída en pleno, que fue acordada parcialmente por los tres grupos municipales, quedaron fuera de dicha declaración gran parte de nuestras exigencias al Gobierno de Navarra, y fueron añadidas otras consideraciones que no compartimos".

En una nota de prensa muestran su "decepción con el equipo de gobierno del PSN, el cual ha tenido que esperar a que pasase lo que todos sabíamos que ocurriría más pronto que tarde, para tomar cartas en el asunto".

Según UPN, "la situación de convivencia en nuestro pueblo ha ido empeorando conforme ha pasado el tiempo desde la implantación del COA", observándose "un aumento de hurtos y de inseguridad", y -añaden "aunque estos robos no se denuncian por el trámite que suponen y la falta de repercusión sobre los autores, no quiere decir que no sucedan".

En este sentido, UPN denuncia la "pasividad" del equipo de gobierno, que "no ha tomado cartas en el asunto pese a ser consciente de lo que ocurre" y por "no velar por el bien de los marcilleses y de los residentes del centro, ya que la falta de control a la que están sujetos no es la adecuada para un menor de edad".

Así, insisten en que "en incontables ocasiones hemos interpelado al equipo de gobierno sobre este asunto en los plenos de esta legislatura, obteniendo como respuesta que no era competencia municipal".

Finalmente, los regionalistas subrayan que "no se puede tachar al pueblo de Marcilla de no ser tolerante con quienes vienen a residir aquí, ya que en nuestro pueblo siempre hemos acogido a toda persona que ha querido venir a establecerse, sin hacer distinción por raza, religión, edad ni sexo. Y ante este desafortunado incidente, no se nos puede acusar de algo que ni hemos sido, ni somos, ni seremos".

Y finalizan diciendo que Marcilla no necesita "promoción de la convivencia y el respeto mutuo", y así lo "ha demostrado durante todo este tiempo, conviviendo en paz y con respeto". "Lo que Marcilla necesita es tranquilidad, seguridad y normalidad. Necesita que el actual COA, sobredimensionado en residentes, tenga las medidas de seguridad necesarias y acoja únicamente la cantidad de residentes que el pueblo pueda admitir sin perturbar su tranquilidad".

"Ellos mismos, como menores, necesitan una tutela adecuada y un entorno seguro, ya que no podemos olvidar que son menores con necesidades específicas que este centro no está cumpliendo, y por ello, ellos son los principales damnificados", señalan..