Nacho Ansó, el navarro que dirigía los hoteles NH en Sevilla y acogía a Osasuna “con mucho cariño”
El pamplonés Ignacio “Nacho” Ansó Armendáriz ha fallecido este martes en Sevilla en un accidente de tráfico cuando se desplazaba en moto, según la información conocida en las últimas horas. Tenía 53 años, estaba casado y tenía dos hijos.
Su muerte ha provocado una oleada de mensajes de pésame en la capital andaluza y también en Navarra. Ansó era una figura muy reconocida en el sector turístico sevillano y, además, un anfitrión habitual para numerosos equipos de fútbol que pasaban por la ciudad.
Con más de media vida ligada a NH Hoteles, acumulaba una trayectoria de 26 años en la cadena, la mayoría en Sevilla, donde se había asentado y era especialmente querido. A nivel institucional, ocupaba también el cargo de vicepresidente de la Asociación de Hoteles de Sevilla (AHS).
Desde la patronal hotelera sevillana han lamentado su pérdida y han destacado su carácter cercano y su reconocimiento dentro del sector. Su presidente, Manuel Cornax, ha expresado el pesar por la marcha de un profesional muy valorado, al que muchos describían, sobre todo, como una persona apreciada en lo personal.
El mundo del fútbol también se ha sumado a las condolencias. El Sevilla FC ha agradecido públicamente su trato y su cercanía con el club. Y desde Navarra, Osasuna ha recordado el cariño con el que Ansó solía recibir al equipo en sus visitas a la capital hispalense, trasladando su pésame a la familia y a sus allegados.
En las últimas horas se han sucedido mensajes similares de otros equipos de distintos puntos del país, una muestra del vínculo que Ansó había tejido con plantillas, cuerpos técnicos y directivos a lo largo de los años, desde la discreción de su trabajo y el día a día de la hotelera.
Nacido en Pamplona, se había formado en Turismo en la Escuela Universitaria de Pamplona. Era hijo del también hotelero Ángel Mari Ansó, que había ocupado responsabilidades de NH en Navarra y había estado vinculado a establecimientos como el Hotel Iruña Park de Pamplona y El Toro.
Su carrera en la cadena fue sumando etapas de responsabilidad desde finales de los años 90. Primero pasó por el NH Gran Hotel de Zaragoza, donde trabajó como jefe de recepción, y después regresó a Navarra para ponerse al frente del Tryp Sancho Ramírez de Pamplona. Más tarde volvió a Zaragoza y asumió la dirección del NH Gran Hotel hasta 2004, antes de continuar su trayectoria, ya de forma predominante, en Sevilla.
También ha llegado un mensaje especialmente sentido desde Oberena, el club en el que se le ha recordado como “oberenista de cuna”, con un abrazo dirigido a su familia y a quienes hoy lo han llorado.
Con su fallecimiento se ha ido un profesional que había construido su camino entre Pamplona y Sevilla, siempre ligado a la hotelería y a ese papel de anfitrión que, según han reflejado tantas despedidas, supo convertir en una manera de estar: cercana, constante y muy humana.