SOCIEDAD
El pueblo de Navarra que dedica una estatua a uno de los reyes de Navarra en su plaza príncipal
Rinde así homenaje a Sancho Garcés I con una escultura en una de sus plazas más importantes y el nombre del rey para una calle.
Así como en Pamplona, el alcalde Joseba Asirón decide arrinconar las estatuas de los reyes de Navarra, en la localidad navarra de Andosilla se muestran muy orgullosos de su pasado y este fin de semana, coinciciendo con el 1.100 aniversario de la muerte de del rey Sancho Garcés I, ha inaugurado una estatua dedicada su figura en el centro del pueblo, en una de sus plazas más importantes.
El homenaje incluyó también otro gesto simbólico: el Ayuntamiento ha puesto el nombre de Sancho Garcés I a una calle de la localidad.
El descubrimiento de la escultura lo llevó a cabo el presidente de TEDER, José Antonio Zudaire, acompañado por el alcalde de Andosilla, José Manuel Terés. Al acto asistieron también representantes de municipios vecinos, como la alcaldesa de San Adrián, Marta Ezquerra; la de Cárcar, Mª Teresa Insausti; la de Lerín, Esmeralda Masó; el alcalde de Azagra, Rubén Medrano; el de Larumbe, Ignacio Erviti; y el historiador y secretario general de la UPNA, Roldán Jimeno.
La jornada tuvo un marcado tono festivo, con la participación de la coral, la banda, los auroros, el grupo de danzas y los gaiteros. También intervino la compañía navarra de teatro Iluna, que ha ofrecido una pequeña representación.
Sancho Garcés I, fue “el primer rey de Pamplona en sentido estricto” y reinó durante dos décadas, entre 905 y 925. Hijo de García Jiménez de Pamplona y de Dadildis de Pallars, fue el primer monarca de la dinastía Jimena. Con su llegada al trono, el territorio pamplonés se consolidó definitivamente como reino, dejando atrás la etapa de liderazgo político-militar anterior.
La obra es del escultor madrileño Javier Asensio. La figura muestra al rey en pie, con la espada sujeta con ambas manos y la mirada orientada hacia el Ayuntamiento, en un estilo realista y en bronce patinado de tono marrón.
La escultura mide 1,85 metros y pesa en torno a 400 kilos. El pedestal, de granito gris, tiene una base de 60x60 centímetros y una altura de 1,40 metros, de modo que el conjunto alcanza los 3,25 metros. El coste ha sido de 39.000 euros y se ha financiado con fondos Next Generation de la Unión Europea.