SOCIEDAD

El secreto de Karlos Arguiñano para cocinar el producto estrella de la huerta navarra esta temporada

El cocinero Karlos Arguiñano prepara unos pimientos del piquillo. COCINA ABIERTA

El cocinero televisivo ha explicado cuál es la mejor manera de preparar este producto para que conserve su sabor, textura y color sin perder calidad.

El cocinero Karlos Arguiñano tiene un par de secretos para preparar los pimientos del piquillo de forma sencilla y lograr que mantengan todo su sabor y textura.

El popular chef televisivo, siempre atento a los pequeños trucos de cocina que marcan la diferencia, explica cuál es la mejor manera de sacar partido a este tesoro de la tierra en casa.

Los pimientos del piquillo, producto típico de Navarra con denominación de origen protegida, se han convertido en un ingrediente imprescindible en la gastronomía española.

Su versatilidad permite servirlos solos, rellenos o como guarnición de carnes y pescados, pero su preparación requiere ciertos cuidados para que no pierdan su esencia.

Arguiñano ha recomendado que, a la hora de cocinarlos, lo ideal es calentarlos brevemente en una sartén con un chorrito de aceite de oliva, ajo y un poco del jugo del propio bote en el que vienen envasados. De esta forma se consigue que se impregnen bien del sabor sin resecarse ni romperse. Eso sí, deben hacerse a fuego lento y con paciecia: "Si pueden estar 20 minutos, mejor que 10", señala. 

El chef también ha recordado que no conviene abusar de la sal, ya que los pimientos en conserva suelen tener un toque propio, y ha aconsejado acompañarlos con ajo laminado.

Además, ha insistido en la importancia de no recalentarlos varias veces, ya que podrían perder su textura característica.

Otro de sus trucos es utilizarlos como base para rellenos de pescado, carne picada o verduras, una de las recetas más clásicas de la cocina navarra y que en muchos hogares se prepara en ocasiones especiales. Para quienes buscan una versión más ligera, Arguiñano ha señalado que también funcionan perfectamente en ensaladas templadas o frías.

Los pimientos del piquillo de Lodosa, en concreto, cuentan con gran prestigio en la cocina internacional y se exportan a numerosos países.

Su color rojo intenso y su sabor ligeramente dulce los convierten en un producto muy apreciado por cocineros y aficionados, y con pequeños gestos en la preparación se puede conseguir que brillen aún más en la mesa.