Sucesos

Destrozan la vivienda del navarro Jesús Ulayar, asesinado por los terroristas de ETA en Echarri Aranaz

Flores y vela que la familia de Jesús Ulayar colocaron en el lugar donde fue asesinado por ETA en 1979 y que fueron robadas. VECINOS DE PAZ
Se colaron en el interior y destrozaron cristales y espejos durante la madrugada del pasado 6 de diciembre.

Unos desconocidos han vandalizado la vivienda de la familia de Jesús Ulayar en Echarri Aranaz y han destrozado el interior tras forzar y romper la puerta durante la noche del pasado 6 de diciembre, coincidiendo con el Día de la Constitución.

La familia Ulayar se ha visto obligada a abandonar sus raíces en la localidad “ante la presión ejercida por muchos de sus vecinos”, según se ha denunciado en multitud de ocasiones. El asalto se produjo, por fortuna, cuando no había nadie en el domicilio.

Hasta ahora, los actos de amedrantamiento y coacción se quedaban en insultos por la calle y pintadas en la fachada de la casa o en la puerta de acceso. Pero esta vez han ido más allá: han reventado la puerta a patadas y se han colado dentro.

La puerta que han reventado no es una cualquiera. Es la misma en la que cada 27 de enero, fecha del asesinato de Jesús Ulayar, aparecía un ramo de flores que alguien depositaba de forma anónima año tras año. Esas flores, según se ha recordado, tampoco solían durar demasiado.

Ya dentro, los asaltantes rompieron ventanas y espejos, y destrozaron muebles y enseres para después marcharse. “Como en los peores años de terrorismo”, se ha lamentado en el entorno de la familia.

Como ocurrió tras el asesinato de Jesús Ulayar, o cada vez que han aparecido pintadas proetarras en la puerta y en la fachada de la casa, nadie en el pueblo vio nada y, si lo vio, lo mantuvo en silencio por miedo a represalias o por connivencia con los autores.

Esa misma noche, según ha podido saber este periódico, se produjeron ataques al convento de las religiosas de la Inmaculada Concepción, un grupo reducido de monjas de muy avanzada edad que viven en Echarri Aranaz. El convento se halla justo enfrente del ‘gaztetxe’ de Echarri y en más de una ocasión ha sufrido ataques con vasos y botellas, pintadas e incluso lanzamiento de excrementos.

Es más, en una ocasión, estos ataques coincidieron con el velatorio de una hermana fallecida, mientras las religiosas rezaban en la capilla ardiente.

La casa familiar de los Ulayar se ha convertido con el tiempo en un símbolo de resistencia, con una fachada “plagada de manos blancas” que, según se ha denunciado, también han sido vandalizadas en más de una ocasión.

Jesús Ulayar fue asesinado en 1979 por la organización terrorista ETA. Según recuerda el periodista Javier Marrodán en su libro Relatos de Plomo, El 27 de enero de 1979, el entonces alcalde de Echarri Aranaz salió de su casa junto a su hijo Salvador, de trece años, para comprar el gasóleo de la calefacción, que se había acabado. Cuando se disponía a abrir su furgoneta, un encapuchado se acercó a pocos metros y le disparó cinco tiros que lo mataron en el acto. 

El asesino, según sentencia probada, fue un vecino del pueblo, Vicente Nazábal, quien en la actualidad ejerce como abogado en Pamplona. 

No es la primera vez que la familia denuncia ataques de este tipo. En enero de 2023, el Partido Popular de Navarra condenó “un nuevo ataque” a la memoria de los Ulayar en Echarri Aranaz, ocurrido ese fin de semana, con motivo de un homenaje por el aniversario de su asesinato. Aquel año, según el relato, la familia colocó un ramo y encendió una vela en la puerta del lugar donde tuvo lugar el asesinato. Sin embargo, al día siguiente, en el aniversario del suceso, ya no estaban ni las flores ni la vela.

En diciembre de 2023, UPN criticó que EH Bildu rechazó en el pleno del Ayuntamiento de Echarri Aranaz una iniciativa del concejal regionalista Juan Frommknecht para que el consistorio “corra con los gastos de eliminación de pintadas incívicas que aparecen en viviendas particulares”, después de que apareciera una pintada a favor de los presos de ETA en el domicilio familiar de Jesús Ulayar.

Hace tiempo que los Ulayar ya no viven en Echarri, pero mantienen la casa familiar, pese al coste de las reparaciones que los actos vandálicos ocasionan en la misma. La casa está en venta desde hace dos años, pero nadie se atreve a comprarla en un pueblo en el que, si no piensas igual que los violentos, tienes motivos para tener miedo.