Otro flagrante caso de corrupción en el PSOE

El sanchismo ha llegado a unos extremos de corrupción tan cafres que, cuando lo piensas, a veces crees que es una fantasía, que estás delirando, que es imposible que puedan estar ocurriendo esas alucinaciones. Por eso es bueno escribirlo, para poder leerlo en voz alta, estructurado, enumerado cada episodio, y creértelo mejor.

Sí, es real. Todo eso que has ido redactando es verdad: el número dos del PSOE, ministro de Fomento, mano derecha de Sánchez, portavoz suyo en la moción de censura que lo llevó a la Moncloa, tenía a una puta oficial con piso pagado por todos, a cinco minutos de la sede socialista de la calle Ferraz.

A la puta en cuestión también le pagábamos todos los contribuyentes, además de sus labores de consultoría, dos sueldos de dos organismos públicos diferentes donde fue contratada porque el ministro, vía Koldo, dio orden para que la colocaran en plantilla.

Nunca apareció por la oficina, como el hermano de Sánchez, por cierto, a quien también le crearon un puesto público a medida por el que jamás se pasó. Confesó al señor juez que no conocía ni la ubicación del despacho.

Lo normal cuando te dan un puesto de trabajo: que no sepas ni dónde está y que tu única relación con el mismo sea que cada mes hay un ingreso en tu cuenta bancaria con el concepto mágico de “nómina”. En julio y diciembre la nómina es doble, recuerden, para tener un veraneo en la playa y unas navidades más desahogadas.

Catorce paguitas públicas al año. A partir de ahí, construye. Vete haciéndote una idea de cómo es el gobierno de Sánchez y los modos de manejarse del PSOE en política y en la sociedad. ¿Cuántas personas que no conozcamos tendrá el PSOE colocadas por esta vía? Aquí mandan mis pelotas, feministas y lo que queráis, pero mis pelotas por delante. Y a callar. ¿Entendido? Sí, señor ministro. Sí, señor presidente. Sí, señor diputado, parlamentario autonómico, concejal de capital, concejal de pueblo…

En el PSOE se mueven por dinero, por farlopa y por putas. Ejemplos tienes los que quieras. Basta con ir a la hemeroteca de Google y flipar con ese patrón progresista barra socialista. El discreto encanto de la burguesía que obnubila a los miembros de ese partido es para verlo.

En el mismo edificio donde el número dos del PSOE, Ábalos, le puso el piso a la Jessi, vivió Luis Buñuel durante veinte años cuando se pasaba por Madrid. Tiene una peli cojonuda, por cierto. A ver si les suena el argumento: va de un señor mayor, Fernando Rey, y una joven huérfana muy bella, Catherine Deneuve, que queda bajo su tutela. No tarda en seducirla y en hacerla su amante… No digo más, que luego todo se sabe.

Podíamos montar un cine club en la sede que el PSN tiene en el paseo de Sarasate e invitar al coloquio a Coronalzórriz, el flamante portavoz del PSOE en el Parlamento de Navarra, que a todo este clan de Koldo, Santos Cerdán, Ábalos… algo los ha tratado. A ver qué le parece el surrealismo del director de cine aragonés y si es verdad eso que decía Marx de que la historia se desarrolla como drama, Tristana, y se repite como farsa, Aterriza como puedas. Y eso es todo.