COMERCIO LOCAL

El adiós a una tienda de Pamplona tras 26 años: "Ojalá que llegue un comercio con alma"

El local La Trastienda, ubicado en la calle Navarrería 21 del Casco Antiguo de Pamplona. NAVARRA.COM
El local, especializado en ropa de mujer y de bebé, está en liquidación antes de cerrar de manera definitiva.

El Casco Antiguo de Pamplona dice adiós una vez más a uno de sus establecimientos más conocidos. Pegando casi con la catedral de Pamplona, la tienda regentada por Ana García hace liquidación de los productos que le quedan y se despide de sus clientas antes de bajar la persiana.

La Trastienda es una tienda de ropa de mujer y de bebé. El local, fundado en 1998, se encuentra en la calle Navarrería 21. Dicho establecimiento está en las proximidades de otros locales como la famosa churrería La Mañueta o la tienda de antigüedades El Desván.

Ana García Muzas es la dueña de La Trastienda. Lleva 26 años detrás del mostrador y durante su recorrido en Pamplona, ha cambiado su producto. "Lo primero que monté aquí el primer año era una tienda de ropa de segunda mano, vendiendo cazadoras hechas de cuero y ante, que traía de Londres y París. Todo de estilo muy vintage. Al año siguiente empecé a vender ropa de algodón, lino, seda y de tejidos naturales", recuerda Muzas.

"Al principio también vendía ropa de chico. Pero como los chicos compran ropa cada mucho tiempo, la tuve que retirar porque en el momento quería introducir la ropa de bebé y el espacio no me daba para tanto. Por un tiempo tuve ropa de chico y de bebé, pero poco a poco las cosas de bebé me ocupaban más y tuve que quitar la ropa de hombre", continúa la gerente.

Actualmente, la tienda está especializada en ropa de mujer y en ropa y accesorios para recién nacidos: "Aquí vendemos, por ejemplo, calzado respetuoso para bebés. Ese calzado es muy ergonómico y les permite adoptar una buena pisada. Tengo también mochilas portabebés y otras productos para el cuidado de los más pequeños", asegura la dueña.

Ella también menciona los altibajos que tuvo trabajar en la tienda durante todos esos años. "Como todos los negocios, este tuvo sus picos, pero sí que solía haber mucho movimiento por aquí. También es una zona por la que pasa el turismo gracias a la catedral, entonces también recibo gente de otros sitios", destaca.

Ahora que ella se desliga de su establecimiento, Ana García rememora el momento en el que decidió empezar su proyecto como vendedora de ropa: "Este local era antes una carpintería y cuando llegué hice yo casi toda la reforma. En su día, el local lo busqué y me gustó cuando lo vi. Junto con una amiga quisimos traer un proyecto diferente a Pamplona, algo que no había o que era muy nuevo".

Sin embargo, aún no queda muy claro cuál será el destino del establecimiento. "Iba a hacer un traspaso, pero al final no se ha producido porque los chicos que lo iban a comprar ya no quieren. Ojalá que llegue un comercio con alma, pero de momento no hay nadie interesado. Por eso voy a alquilar el local y el día que cierre lo pondré en alguna página web", explica ella.

Por otro lado, la decisión de cerrar de Ana García el día 30 de junio era premeditada. "El cerrar la tienda es una decisión muy pensada. No es que de repente cierre. Lo que pasa es que yo llevo ya tres años trabajando con La Casa Ringana, que es una empresa de cosmética natural, y me permiten trabajar sin horarios fijos. Eso me permite también viajar y moverme y no estar parada aquí en la tienda", añade Muzas.

Según ella, trabajar con La Casa Ringana le permite también continuar "tratando con productos naturales para bebé y también seguir haciendo cestas de bebé por encargo".

Ana García Muzas se apena por dejar su tienda después de tanto tiempo, pero le gustaría que, aunque ella ya no la regente, los interesados pasen a ver qué nuevo negocio ha surgido. "Yo animo a toda la gente a que se siga pasando para ver qué se monta aquí después de las fiestas de San Fermín", finaliza.