Comercio Local

Asier, el relevo familiar en el bar de un pueblo de Navarra con menú a 12 euros y una barra de pinchos “espectacular”

Asier Amatriain en la barra del bar La Bodega de Berriozar. Navarra.com
Sobresale el pincho conocido como el 'marrano', de jamón, huevo frito y tomate. “A la gente le encanta, con el riesgo de que al aplastarlo te manches”, asegura. 

El bar de toda la vida de Asier Amatriain Astiasaran tiene su historia marcada por las décadas y por las pequeñas rutinas que sostienen a un negocio familiar en un pueblo de Navarra. Él, con 34 años, ha dado el paso de ponerse al frente del Bar La Bodega y continuar una trayectoria que comenzó mucho antes que él.

El local está en Berriozar, en la calle San Agustín 21, junto al campo de fútbol, y mantiene el mismo espíritu que lo ha acompañado desde los años 70 del pasado siglo. Cocina casera, ambiente cercano y un menú del día que continúa a 12 euros, un precio que rara vez se encuentra en la zona.

Asier recuerda que fueron sus padres, Julián Javier y María Dolores, quienes cogieron el bar en 1998. Él ha explicado que hace unos quince años hicieron una reforma importante y que lleva ya alrededor de ocho años involucrado de lleno en el negocio. Sus padres, ambos de 63 años, están ahora de baja. “Ya tienen unos años y hay que tomar el relevo”, comenta con naturalidad.

Asegura que se siente cómodo en la responsabilidad que ha asumido: “Estoy muy contento. Muy a gusto e intentando sacar adelante el bar. Seguimos con ganas”. Y el bar no pierde su carácter, sobre todo los fines de semana, cuando la barra se llena de pinchos y se convierte en uno de los atractivos principales del local.

Entre todos ellos sobresale el conocido como 'marrano', un pincho generoso de jamón, huevo frito y tomate. “Es casi un bocata. A la gente le encanta, con el riesgo de que al aplastarlo te manches”, bromea.

Además del 'marrano' y de una amplia variedad de fritos, el bar es punto de encuentro habitual para las personas que acuden a los partidos del campo de fútbol de Berriozar. Los aficionados pasan por allí para almorzar, comer o cenar, y la carta se va actualizando para añadir propuestas que animan a los clientes a repetir.

De martes a viernes ofrecen el menú del día a 12 euros y, los fines de semana, un menú especial de 18 euros con cuatro entrantes al centro y un segundo plato a elegir. Para las cenas disponen de raciones, platos combinados y bocadillos. Asier trabaja de forma fija durante toda la semana y cuenta con personal de refuerzo para los días de mayor movimiento.

El fútbol marca el ritmo de muchos sábados y domingos. “Estamos a tope desde las 9:30 de la mañana hasta las 19:30 de la tarde, que es cuando empieza el último partido”, explica. Por el campo pasan desde equipos de fútbol 8 hasta regional y tercera división femenina. El bar abre todos los días a las 9 de la mañana, salvo los lunes, que cierra.

Asier reconoce que el sector no atraviesa su mejor momento. “Es duro y es complicado, pero sí se puede vivir de esto. Está difícil porque la hostelería está complicada, pero seguimos adelante. Con sacrificio y con esfuerzo se puede sobrevivir”. Para él, coger el relevo es un camino más sencillo que empezar un negocio desde cero: “Montar un bar no es nada fácil por los trámites. Cojo una herencia y una clientela y te conocen. Sigues una línea y una continuidad”.

Ha recordado cómo desde chaval solía ayudar a sus padres y cómo ese vínculo ha hecho que ahora conozca a prácticamente todo el mundo. “Es un pueblo grande pero conoces a todos después de tantos años. La gente está contenta. Eso percibimos. Lo hacemos lo mejor que sabemos”.

Las reseñas en redes sociales refuerzan esa impresión. Muchos clientes elogian la calidad casera de la comida y el trato cercano: “Me ha encantado la calidad de la comida, todo casero y muy bien elaborado y el trato del personal súper agradable”.

Otros destacan haber descubierto el bar por casualidad: “La comida genial, mejor de lo esperado, comida casera muy rica. Menú barato”. También hay quienes mantienen ya una tradición personal: “El comedor es como nuestro cuarto de estar y el servicio como si fuera tu familia de toda la vida”.