COMERCIO LOCAL
El nuevo restaurante de comida para llevar que triunfa en un pueblo de Navarra: “Estamos de bote en bote”
"Lo que preparamos para diez personas nos lo piden para veinte o veinticinco, y hay días que nos quedamos sin comida”, aseguran.
El olor a comida casera vuelve a llenar el local de un pueblo de Navarra donde durante décadas funcionó la carnicería Aniceto, un espacio muy conocido por los vecinos desde 1957. Ahora, entre cazuelas, tápers y hornos humeantes, suena otro nombre: ‘Como en Casa’, el nuevo restaurante de comida para llevar que en apenas unas semanas se ha ganado el cariño de los clientes.
Detrás del mostrador están Daniel Aceña Blanco, pamplonés de 35 años, y Jasmine Mencía Sanz, de 31, natural de la ciudad del Ega. Son una pareja joven que ha decidido lanzarse a la aventura de abrir su propio negocio y traer una propuesta sencilla, honesta y con sabor a hogar. Daniel llevaba tiempo con la idea rondándole la cabeza. “Un grupo de amigos lo queríamos montar en Pamplona, pero al final no tuvimos los recursos necesarios. Viendo aquí en Estella el hueco que existía, nos decidimos”, comenta.
En la calle de La Estrella, número 5 bajo, donde muchos recuerdan todavía el mostrador de la vieja carnicería, los dos jóvenes han apostado por una oferta casera, asequible y de proximidad. “Todo lo hacemos con las manos, todo es casero. Queremos ayudar a la gente que no tiene tiempo para cocinar o simplemente no le apetece. Se lo damos hecho, bien hecho y listo para disfrutar”, explica el cocinero con orgullo.
El local conserva parte del espíritu del anterior negocio, pero con aire renovado. “Aprovechamos que este local tenía su tirada y una buena clientela. Realmente se hicieron un nombre. Nosotros le hemos cambiado la idea para ofrecer comida preparada e incluir productos artesanos como libritos de lomo, croquetas de jamón, palitos de pollo... y además todo es apto para celíacos”, detalla Daniel, que confiesa que el cambio ha sido “todo un reto” pero también una oportunidad.
Los primeros días superaron cualquier expectativa. “No pensábamos que la acogida fuera tan buena. Se está moviendo muchísimo. Lo que preparamos para diez personas nos lo piden para veinte o veinticinco, y hay días que nos quedamos sin comida”, comenta Jasmine, que atiende en la barra y se encarga de los encargos.
A su lado, Daniel asiente y añade que prefieren crecer con calma: “Creemos que lo estamos haciendo bien y no queremos abarcar más de lo que podemos. Lo que sabemos hacer bien, lo hacemos; lo que no, lo dejamos para más adelante”.
El cocinero acumula años de experiencia en cocinas profesionales, algo que se nota en la organización del pequeño local. “He aprendido con buenos profesionales en los restaurantes El Mercado, en la cocina del hotel Villava y en muchas residencias. No tengo problema en dar de comer a mucha gente; se trata de organizarse y ofrecer lo que te gustaría recibir”, explica con naturalidad.
Uno de los reclamos del nuevo establecimiento es su menú diario por 12 euros, que Daniel describe como “una mesa caliente con dos primeros y dos segundos, como cocinaba la madre en casa”. Entre los platos más populares, menciona unos guisanticos con serrano, macarrones con refrito de york y ajo, albóndigas a la jardinera o un revuelto de ajoarriero. “Unas lentejas para bailar jotas o unas costillas asadas de lujo”, añade entre risas.
Jasmine, por su parte, reconoce que siempre confió en que el negocio funcionaría en su tierra. “Yo sabía que en Estella nos iba a ir bien. Soy la local, la gente te conoce y eso da confianza. Es un apoyo importante”, asegura. El boca a boca ha sido su mejor publicidad. “Viene un hombre mayor cada dos días y se lleva comida para dos días porque no cocina mucho. Se lleva un táper de primero y otro de segundo y así come dos días. Está encantado”, comenta con cariño.
Los fines de semana son especialmente intensos. “Se mueve sobre todo al mediodía y aguantamos hasta las nueve y media de la noche. Abrimos a las 12 y sobre la una esto está de bote en bote”, relata Daniel. Además del menú, preparan pollos asados y paellas por encargo, ya que la demanda es tan alta que más de una vez se han quedado sin producto. “Preferimos que sean pedidos previos, así podemos organizarnos mejor”, explica.
De momento, el negocio abre todos los días. “Cuando haces una inversión, quieres rentabilizarla. Luego ya veremos”, señala el cocinero. La pareja ha aprovechado las instalaciones de la antigua carnicería y ha incorporado un horno profesional con vapor. “Nos ha costado un dineral, pero nos da cierta tranquilidad. Lo usamos para las costillas, las lasañas… y el resultado se nota”, comenta Daniel satisfecho.
Con el esfuerzo y la ilusión de quienes empiezan desde abajo, Daniel y Jasmine han conseguido que ‘Como en Casa’ se convierta en muy poco tiempo en un pequeño punto de encuentro para quienes buscan la comida de siempre, con el sabor de la cocina casera y el trato cercano de dos jóvenes que han sabido recuperar el alma de un local histórico en Estella.