La aventura de tres emprendedoras en un pueblo de Navarra: "Lo que más nos ha sorprendido es la acogida"
Tres mujeres han decidido dar un giro a su trayectoria en la hostelería y lanzarse a un proyecto propio. Jennifer Alexandra, Francisca y Celia Caridad han unido fuerzas después de años de experiencia en bares y restaurantes de la zona norte de Navarra, convencidas de que juntas podían ofrecer algo distinto.
Con ilusión, esfuerzo y muchas horas de trabajo, han logrado abrir las puertas de un local donde lo importante es la cercanía, la calidad y el sabor auténtico de la cocina casera, a pocos kilómetros de Pamplona.
Las tres emprendedoras coinciden en que la hostelería no se entiende sin pasión. “Llevamos mucho tiempo en el sector y sabemos lo duro que es, pero también lo gratificante que resulta cuando los clientes disfrutan”, recalcan. La idea de crear algo en común fue madurando hasta que decidieron dar el salto, con la seguridad de que su experiencia y la complicidad entre ellas serían su mayor fortaleza.
El pasado 30 de mayo, esa idea se convirtió en realidad con la inauguración del Bar-Restaurante Izar Berri, situado en la calle Aralar 17 de Lekunberri. El local ha nacido con una carta variada en la que no faltan los menús diarios y de fin de semana, cazuelas, platos combinados, pintxos, hamburguesas, bocadillos y raciones. Todo elaborado con recetas caseras y con el mismo mimo que pondrían en la cocina de su casa.
Desde la apertura, han querido que el ambiente sea cálido, familiar y con personalidad propia. Cada detalle está pensado para que quienes entran se sientan cómodos, mientras ellas cuidan de ofrecer un servicio cercano. El horario de apertura va de lunes a viernes de 7:00 a 23:00, y los fines de semana se amplía hasta la 01:00 de la madrugada. El martes es el único día de descanso.
El proceso para poner en marcha Izar Berri les ha resultado más fácil de lo que esperaban. “El apoyo de la comunidad ha sido fundamental desde el primer día”, reconocen. Ese respaldo les ha dado confianza para afrontar con energía una nueva etapa que, lejos de intimidarlas, les ha llenado de ilusión.
La respuesta de los clientes ha superado todas sus previsiones. “Lo que más nos ha sorprendido es la acogida tan buena”, explican. En apenas unas semanas, no han parado de trabajar y han visto cómo cada día se acercan más jóvenes, además de antiguos clientes que regresan con entusiasmo a saludar y a disfrutar del nuevo local.
Su reto ahora es seguir creciendo de forma sostenible, manteniendo siempre la esencia que las llevó a emprender: la cocina de calidad, el servicio cercano y la creación de un espacio abierto en el que cualquiera se sienta bienvenido. “Queremos mejorar cada día y hacer del bar un lugar que forme parte de la vida cotidiana del pueblo”, subrayan.
Para arrancar el proyecto han contado con el respaldo del Servicio de Apoyo al Emprendimiento de Cederna Gurelur, un programa público y gratuito cofinanciado por el Servicio Navarro de Empleo, que está disponible para todas las personas emprendedoras de la Montaña Navarra.