Esparza (UPN) critica a la comisión de investigación y dice tener claro quién debería ser el primer citado
Los partidos han chocado por el tiempo de intervención y por si la investigación debía empezar con Belate o con Santos Cerdán.
Los grupos políticos del Parlamento de Navarra han mostrado este miércoles sus diferencias en torno a la comisión de investigación sobre adjudicaciones públicas, que arrancará con las obras de Belate. El principal choque se ha producido por el orden de las comparecencias y el tiempo de intervención asignado a cada formación, lo que, según la presidenta de la comisión, Irati Jiménez, ha generado un “debate complejo”.
Finalmente se ha decidido que las sesiones se celebren dos veces por semana, con 60 minutos para cada grupo. Algunas formaciones reclamaban tres sesiones semanales y turnos de media hora para acelerar los trabajos.
Desde UPN, Javier Esparza ha cuestionado que el primer citado no sea Santos Cerdán, exdirigente socialista que aparece en el centro del caso. Ha criticado además el límite de tiempo: “Las comisiones anteriores no lo tenían. Habrá personas con las que sobre tiempo y otras con las que falte”.
Por su parte, el PSN ha defendido un esquema “lógico” que empezara con empresas como Acciona o Servinabar, y después avanzara por orden cronológico hasta llegar a las obras del Canal de Navarra. Su portavoz, Javier Lecumberri, ha lamentado que “la mayoría formada por UPN, PP, Vox y Geroa Bai” impusiera otro modelo.
El representante de EH Bildu, Adolfo Araiz, ha acusado a la derecha de querer dilatar los plazos de la investigación. Ha defendido un inicio cronológico que partiera del caso de Geoalcali y terminara en Belate. “UPN actúa como fiscales frustrados y pretende convertir la comisión en algo que no es”, ha denunciado.
Desde Geroa Bai, Pablo Azcona se ha mostrado satisfecho porque el orden aprobado sigue su propuesta, con el caso de Belate como arranque. Ha defendido que “es la mejor forma de dar explicaciones sobre una obra en marcha” y ha asegurado que los trabajos no deben condicionar la agenda parlamentaria.
El PPN, a través de Javier García, ha criticado la exclusión de figuras como María Chivite o Uxue Barkos, y ha calificado el proceso de “mercado de silencios”. Ha exigido responsabilidades políticas, incluida la dimisión de la actual presidenta.
En nombre de Contigo-Zurekin, Miguel Garrido ha acusado a Geroa Bai de alinearse con la derecha para impedir que la comisión comenzara por Koldo García y Santos Cerdán. A su juicio, esto retrasará las conclusiones.
Finalmente, Vox, con Emilio Jiménez, ha tachado la comisión de “teatrillo” y ha denunciado que servirá “para blanquear a Bildu”.