San Fermín

El lanzador del Chupinazo de San Fermín señala a dónde ha dirigido su primera mirada

El director de Duguna Iruñeko Dantzariak/Dantzaris de Pamplona, Aritz Ibáñez Lusarreta (i), el presidente de la sociedad, Ángel Arana Seguín (c); y la dantzari Itxaso Martínez de la Pera Barrachina, momentos antes del lanzamiento del chupinazo. EFE/Jesús Diges
Destaca "la marea esa roja y blanca, hoy más roja", ha advertido tras reconocer a la multitud "pintada de vino, de kalimotxo".

El director del grupo de dantzas Duguna, Aritz Ibañez, uno de los tres miembros que han lanzado el Chupinazo de las fiestas de San Fermín, ha vivido el acto como "un momento de alegría inmensa".

Lo ha dicho en declaraciones a los periodistas poco después de prender la mecha, todavía conmocionado por "la energía que sube de ahí", en referencia a la abarrotada plaza Consistorial a la que se ha asomado para dar inicio a las fiestas, cuando ha reconocido que en ese momento se ha intentado "concentrar en intentar decir lo que tienes que decir y que todo salga bien".

"Ha sido un proceso muy bonito, no sólo el día de hoy, sino desde que se dio a conocer qué entidad iba a ser la que iba a tirar el chupinazo. Hemos recibido el cariño de mucha gente, hoy también cuando veníamos hacia aquí", ha señalado el director de Duguna, grupo que cumple su 75 aniversario bailando en los principales acontecimientos de la ciudad como parte del Cuerpo de Ciudad.

"Al salir al balcón, la primera mirada ha sido al balcón de Casa Seminario -edificio municipal cercano- donde estaban otros 30 dantzaris del grupo. Y eso ha sido un momento emocionante", ha señalado el director de Duguna, quien ha señalado que tan solo 3 representantes podían lanzar el cohete, pero que en su cabeza han estado todos ellos presentes.

"No podíamos estar todos tampoco en este balcón, pero ha sido como estar en casa, como estar en el local de ensayos con el arrope de nuestra gente", ha agradecido a sus compañeros.

Preguntado por la imagen que le quedará para siempre de este momento, no ha dudado al apuntar: "La marea esa roja y blanca, hoy más roja, ha advertido tras reconocer a la multitud "pintada de vino, de kalimotxo. Esa imagen, y el olor que también subía, un olor fuerte a alcohol, que es parte de las fiestas. Y luego la energía".

"No es solo la imagen, sino algo que se vive con todos los sentidos", ha resumido Ibañez. Sobre las perspectivas para estas fiestas, ha avanzado que bailar es su función: "Bailaremos hoy vestidos de blanco y rojo y mañana ya más serios en la procesión. Y después seguiremos bailando el resto de días que duren los Sanfermines". 

La dantzari de Duguna Itxaso Martínez de la Pera, ha manifestado tras el Chupinazo: "Tener a un grupo de dantaris al lado en Casa Seminario ha ayudado muchísimo. Ahora mismo la presión y los nervios no me dejan ni llorar. Dentro de un rato ya veremos cómo se gestiona eso".

"Teníamos tantos nervios que era imposible hacer otra cosa que lanzar el Chupinazo. Hasta que no sales y ves el rugir de la plaza... es algo que no puedes describir. Vamos a bailar con mucha más ilusión. Me quedo con ese rugir de la plaza".

El veterano de los tres dantzaris de Duguna, Ángel Arana Seguín, ha explicado: "Esto no pasa todos los días del año y queda para siempre. Uno se queda después del Chupinazo ancho y desahogado. Es impresionante lo que se ve desde el balcón, la de gente que hay, y te emocionas".

"Tenías a los compañeros cerca y se pasa un rato un poco malo, pero estaba ensayado y ha salido bien la cosa. A mi me ha tocado prender el cohete que es un orgullo. Los Sanfermines para mí van a ser como siempre, de día, que son muy bonitos", concluye Ángel Arana.