“San Fermín se te mete dentro”: así ha vivido un periodista italiano su primera vez en Pamplona
El periodista Mino Cardone, de Castellana Grotte, ha cumplido su sueño de asistir a las fiestas de San Fermín y ha relatado su experiencia.
Pamplona ha dejado una huella profunda en el periodista italiano Mino Cardone, que ha viajado desde Castellana Grotte (Italia) a Pamplona para vivir por primera vez las fiestas de San Fermín. Su relato es una inmersión emocional en un festejo que, según él, “no se puede contar con frialdad, porque se te mete dentro”.
El viaje ha sido el resultado de un deseo que arrastraba desde hace tiempo. “Hacía años que quería venir. Incluso llegué a planear el Camino de Santiago para pasar por Pamplona justo en los días de San Fermín, pero al final no lo hice”, ha explicado.
Sin embargo, este 2025 ha llegado el momento. Encontró un vuelo desde Bari a Bilbao y no se lo pensó dos veces: viajó solo, pero con la determinación de vivir intensamente cada instante.
Su conexión con Pamplona nació hace años, durante la Fiesta de Abril en su ciudad. En 2019, Castellana Grotte acogió a tres jóvenes periodistas y blogueras pamplonesas gracias a un programa de promoción turística financiado por la región. “Nos contaron las tradiciones de su ciudad, y al marcharse me regalaron su tradicional pañuelo rojo”, recuerda Cardone.
Ese gesto fue el primer vínculo tangible con San Fermín, un símbolo que ahora ha podido llevar puesto en las calles que durante estos días se visten de blanco y rojo.
Desde su llegada el 8 de julio, comprendió que no estaba ante unas vacaciones cualquiera. “Esto no es turismo, es un rito colectivo, una explosión de emociones. La ciudad vibra en los huesos, está completamente transformada”, afirma.
En esos días vivió dos encierros, una experiencia que califica de única: “Es como contener la respiración durante dos minutos infinitos. El sonido de los pasos, el ruido sordo de los toros, la explosión de la multitud, etc. Es un momento que te hace sentir vivo, incluso, cuando eres un mero espectador”.
También asistió a la corrida de toros del el 9 de julio, con toros de Álvaro Núñez para Morante de la Puebal, Roca Rey y Tomás Rufo. Fue una experiencia que le removió por dentro. “Es difícil explicar lo que se siente. No es entretenimiento ni simple espectáculo. Es un duelo, una ceremonia. Uno se cuestiona, aplaude, guarda silencio. Salí con una mezcla de emociones que no esperaba. Todo tiene el sabor antiguo del mito, que se transmite desde hace siglos”, señala.
La hospitalidad de Pamplona en San Fermín
Para Cardone, San Fermín no es solo adrenalina. Es también “puro gozo de los sentidos”. Durante el día se dejó llevar por la fiesta: “Bailes improvisados en la calle, bandas por todas partes, gente que te abraza aunque no te conozca. Bebí, comí, reí”.
En su recorrido encontró refugio en tabernas y bares, y destaca especialmente el Café Iruña: “Con su elegancia de otros tiempos, fue una parada obligada. Un sorbo de historia en medio del caos, con el eco de las charlas de Hemingway todavía flotando”.
Cada noche, poco antes de la medianoche, alzaba la vista al cielo para contemplar los fuegos artificiales. “Es un momento de pura maravilla. Todo se detiene, y uno se siente niño otra vez”, describe.
En los ratos de calma paseó por las plazas repletas de vida y entró en iglesias silenciosas. La catedral y la iglesia donde se venera a San Fermín le ofrecieron una pausa entre las piedras antiguas: “Se siente el latido de una historia que sigue viva bajo la superficie”.
Una experiencia que deja huella
Para este periodista italiano, San Fermín es algo más que una fiesta. “Me ha enseñado que la celebración es sagrada, que el valor puede ser colectivo, y que la vida, a veces, se vive corriendo, pero hay que celebrarla hasta el final”, concluye.
Y lanza una frase que resume su vivencia: “San Fermín no es solo una fiesta: es algo que se queda dentro, incluso cuando todo lo demás termina”.