La tradicional suelta de vaquillas que se celebra en la plaza de toros tras el encierro de San Fermín ha tenido que suspenderse este domingo durante cinco minutos, después de que un joven participante quedara inconsciente tras ser arrollado por una de las reses.
La interrupción ha generado gran tensión entre los asistentes, que abarrotaban el ruedo desde primera hora.
Este espectáculo, que consiste en la suelta de varias vaquillas en la arena mientras cientos de mozos intentan esquivar sus embestidas, suele atraer a una gran cantidad de público, especialmente jóvenes, muchos de ellos turistas.
Aunque es uno de los actos más esperados de las mañanas sanfermineras, también es uno de los más peligrosos, dada la fuerza y velocidad de los animales y la presencia masiva de corredores sin apenas experiencia.
El incidente más grave ha ocurrido cuando uno de los astados ha golpeado a un joven que ha quedado tendido e inmóvil en el suelo. En ese momento, se ha detenido la música y desde megafonía se ha instado al público a no mover al herido. Sin embargo, varios asistentes han decidido levantar al joven en volandas y trasladarlo rápidamente a los servicios médicos.
Tras esta pausa, el espectáculo se ha reanudado, pero poco después otro participante ha tenido que ser atendido en el ruedo por una posible lesión de cierta gravedad.
La mañana ha concluido con un balance de nueve personas atendidas en la enfermería de la plaza, y tres de ellas trasladadas al Hospital Universitario de Navarra para completar estudio por contusiones.
La suelta de vaquillas es el broche informal de cada encierro, pero también una de las imágenes que más refleja el riesgo real que conllevan las fiestas cuando se mezcla adrenalina, improvisación y desconocimiento ante el comportamiento de los animales.
