Investigadores de la Universidad de Navarra descubren datos que podrían salvar especies en extinción
Un equipo del Instituto BIOMA de la Universidad de Navarra ha recuperado más de 1.200 registros de biodiversidad que permanecían ocultos en documentos administrativos. Se trata de observaciones de campo sobre fauna y flora recogidas en evaluaciones ambientales realizadas en España entre 2013 y 2023, que hasta ahora no estaban disponibles para la comunidad científica ni para la gestión ambiental.
Estos datos, considerados válidos y verificables, han sido transformados en información abierta y reutilizable bajo el estándar internacional FAIR (localizable, accesible, interoperable y reutilizable), y ya están disponibles en el portal de la Infraestructura Global de Información de Biodiversidad (GBIF). La investigación ha sido publicada en la revista Biodiversity Data Journal y ha contado con la participación de Maite Telletxea, Rafael Miranda, Arturo Ariño y David Galicia.
Las Evaluaciones Ambientales (EA) generan habitualmente grandes volúmenes de datos sobre especies animales y vegetales. Sin embargo, buena parte de esta información queda relegada a documentos técnicos como las Declaraciones de Impacto Ambiental, sin llegar a integrarse en redes científicas ni de conservación.
“Que estos datos sigan ocultos demuestra que aún no gestionamos eficientemente la información sobre biodiversidad”, explica Maite Telletxea, autora principal del estudio. “Se pierde así un conocimiento valioso que podría ayudar a proteger especies amenazadas”.
El equipo ha revisado miles de documentos del Boletín Oficial del Estado (BOE), identificando 4.630 registros, de los cuales 1.263 corresponden a observaciones de campo verificadas. En total, se han identificado 59 especies protegidas o amenazadas en España, entre ellas murciélagos, aves rapaces, tortugas y anfibios.
En Navarra, los investigadores han detectado 43 registros en cinco localidades: Lazagurría, Mendavia, Oyón, Peralta y Ujué. Estos datos corresponden a 25 especies distintas, de las cuales 19 están incluidas en el Catálogo de Especies Amenazadas de Navarra. Seis están en peligro de extinción, como el águila perdicera y el murciélago mediterráneo de herradura; otras son sensibles a la alteración del hábitat o vulnerables, como el alimoche o el milano real.
Para recuperar esta información, el equipo ha empleado técnicas de minería de texto automatizada y revisión manual, alcanzando una precisión superior al 93%. Los registros han sido georreferenciados y adaptados al estándar Darwin Core, lo que ha permitido su integración en plataformas internacionales de datos abiertos.
Esta iniciativa ayuda a reducir los llamados “datos oscuros”, es decir, información científica válida que no se comparte. “Publicar estos datos puede enriquecer el conocimiento global sobre biodiversidad y mejorar la gestión ambiental”, señala Rafael Miranda, coautor del estudio.
El trabajo no solo amplía el conocimiento disponible sobre biodiversidad en España, sino que también demuestra el valor de hacer accesibles los datos públicos. “Los datos, como el conocimiento, tienen que compartirse”, concluye Telletxea.