El restaurante en un pueblo de Navarra en el que reinan las verduras con recetas muy sabrosas
Ubicado en el corazón de Cascante, en plena Ribera de Navarra, el Mesón Ibarra es un templo para los amantes de la gastronomía tradicional, con un enfoque especial en el producto estrella de la zona: las verduras de temporada.
Su cocina, basada en la calidad y el respeto por los sabores auténticos, ofrece una experiencia culinaria que convierte cada bocado en un homenaje a la huerta navarra.
Así las cosas, las alcachofas, el tomate, los espárragos o el cardo son los verdaderos protagonistas en este restaurante.
Uno de los platos que mejor representa la esencia del restaurante es la menestra de verduras naturales Ibarra. Este clásico de la cocina local destaca por la frescura de sus ingredientes. Es un plato perfecto para saborear a la vez algunos de los tesoros de la huerta de Navarra.
En temporada, otro imprescindible son las cebolletas tiernas, un plato sencillo pero lleno de matices, que refleja la importancia de los productos de cercanía en la propuesta gastronómica del Mesón Ibarra.
Para los que buscan un toque más sofisticado, el pastel de puerros con mariposa de langostinos es una elección acertada. Su textura suave y su delicado sabor consiguen un equilibrio perfecto entre la huerta y el mar.
Otra opción que sorprende es el pencas de acelga rellenas con crujiente ibérico, donde la sencillez de la verdura se combina con la intensidad del ibérico para crear un plato que no deja indiferente.
El restaurante ofrece distintos menús adaptados a todos los gustos. Entre semana, su menú del día por 17 euros permite disfrutar de una cocina casera y equilibrada. Durante el fin de semana, la carta se amplía con el menú de 29 euros, una opción para los paladares más exigentes.
Sin embargo, la verdadera joya es el menú degustación de verduras de temporada, compuesto por cinco platos elaborados con lo mejor de la huerta y acompañado por una selección de vinos, una experiencia única por 36 euros.
El Mesón Ibarra también se luce en el apartado de carnes y pescados, con opciones como el lomo de bacalao gratinado sobre fondo de vizcaína o las costillas de cordero de Navarra rebozadas con frutos secos.
Para cerrar la experiencia, los postres caseros son la guinda perfecta. Destacan la torrija caramelizada con helado, que requiere ser pedida con antelación, o el sorbete de cuajada con amapola y miel de romero, un postre ligero que captura la esencia de los sabores tradicionales de Navarra.
El Mesón Ibarra es mucho más que un restaurante; es un homenaje a la cocina de la Ribera, un rincón donde cada plato cuenta una historia y donde las verduras, las verdaderas protagonistas, brillan con luz propia.