Comercio Local

La emprendedora que abre su segundo supermercado en la cuenca de Pamplona: “Los clientes nos han acogido muy bien”

María, Hugo, Irene Culqui Mora y Brigette en el supermercado Bm de la Chantrea. Navarra.com
Cuenta, además, con una pequeña zona con mesas, sillas, máquina de café y microondas diseñada para que cualquiera pueda hacer una pausa.

La historia de Irene Culqui Mora es la de una familia que ha convertido el trabajo constante en una forma de vida. A sus 45 años, esta emprendedora nacida en Ecuador y vecina de Burlada ha vuelto a dar un paso adelante con la apertura de un negocio propio, una decisión que, como reconoce, le mantiene activa y feliz desde que llegó a Pamplona “en 2001”.

En esta ocasión, su nueva aventura empresarial ha tomado forma en la zona sur del popular barrio de la Chantrea, donde ha abierto un supermercado BM en la calle Lesaca 1. Es su segundo establecimiento en la comarca y asegura que la acogida del barrio no ha podido ser mejor: “Los clientes nos han acogido muy bien”, comenta mientras atiende a una vecina que entra a saludar.

La historia del negocio empezó años atrás, en Huarte, donde gestionó durante cinco años otro supermercado que “me fue muy bien”. Esa experiencia, unida al empuje familiar, la animó a seguir creciendo.

Porque detrás del proyecto no está solo Irene: está una familia de nueve hermanos, de los cuales ocho viven en Pamplona. Dos trabajan con ella en la tienda y otra hermana dirige desde hace tres años un BM en la calle Mayor, un ejemplo cercano que también le dio impulso para abrir este nuevo local.

Desde su inauguración el 17 de octubre, el supermercado funciona con un ritmo intenso. En él trabajan cinco personas, siempre ocupadas entre reposiciones, atención al público y el movimiento constante del barrio. El horario es amplio —de 8:45 a 21:30, los domingos de 9:00 a 15:00 y los festivos de 9:00 a 21:00— y quienes pasan por allí notan ese trajín diario que ella describe con una sonrisa: “Es un no parar”.

Irene habla de su trayectoria en Navarra con una mezcla de gratitud y arraigo. Lleva casi 25 años en la capital y asegura que “los mejores años de mi vida los he pasado aquí”. Aunque vuelve a Ecuador para visitar a su madre, confiesa que nunca ha sentido la necesidad de regresar allí de forma permanente: “Al contrario, cuando he ido de vacaciones he tenido la necesidad de regresar”, explica.

En su vida en Navarra ocupan un lugar esencial sus hijos Noelia e Iñaki, de 17 y 13 años, ambos nacidos aquí y poco dispuestos a marcharse. La propietaria reconoce que la familia ha sido su motor en cada decisión: “A ver si no me quitan la esperanza de seguir adelante”, dice entre risas, dejando ver ese empuje que la ha llevado a abrir dos negocios y generar empleo en su entorno.

El nuevo BM incorpora además un servicio que está teniendo especial éxito: los platos preparados. Profesores de los colegios Irabia y Jesuitinas, además de trabajadores de la zona, pasan a menudo a por comida para llevar y, en muchos casos, se quedan allí mismo a comer.

El supermercado cuenta, además, con una pequeña zona con mesas, sillas, máquina de café y microondas diseñada para que cualquiera pueda hacer una pausa.

Ahora, con la bajada de las temperaturas, ese rincón se ha convertido en un punto de encuentro: “La gente viene, se sienta tranquila, se toma un café y descansa el rato que le apetezca”, explica Irene. Las primeras valoraciones del vecindario ya han llegado y son claras: “Buen producto, buenas ofertas y muy buena fruta”, destacan varios clientes.