Elma Saiz dimite después de meses usando su puesto en el Gobierno para su campaña a Pamplona
La portavoz del Gobierno de Navarra y consejera de Economía y Hacienda, Elma Saiz, ha anunciado este viernes su decisión de cesar de forma voluntaria en el Ejecutivo foral para centrarse en su campaña como candidata del PSN a la Alcaldía de Pamplona.
La hasta ahora portavoz se ha aprovechado de su cargo hasta última hora para seguir haciendo campaña electoral en su carrera hacia la casa consistorial de la capital navarra y ha anunciado su dimisión tras presentar los datos positivos de la evolución del PIB de Navarra en rueda de prensa, y beneficiar por tanto a su imagen.
Poco importa que parezca poco ético (aunque sea legal) el valerse de un cargo en otra institución para promocionarse y favorecer en este caso a su partido por su continua presencia mediática en el desempeño de sus labores de portavoz del Gobierno y consejera de Economía y Hacienda.
Fue la presidenta Chivite quien impulsó la candidatura de Elma Saiz cuando la nombró portavoz del Gobierno foral el pasado mes de septiembre y poco tiempo después certificó que la consejera de Hacienda sería la primera en la lista del PSN para el Ayuntamiento de Pamplona.
La propia Elma Saiz explicó en ese momento que no habría ninguna incompatibilidad para desarrollar ambos puestos y que tomaría la decisión de abandonar "cuando llegase el momento", algo que todo el mundo entendió a que esperaría a que se hubieran convocado las elecciones.
Sin embargo, María Chivite firmó el 3 de abril el decreto por el que se convocan las elecciones en Navarra y desde entonces Elma Saiz ha comparecido públicamente en multitud de ocasiones como portavoz del Gobierno, la íultima este mismo viernes en el que ha anunciado su dimisión justo a un mes de las elecciones.
En la misiva que Saiz ha enviado a Chivite expresa su agradecimiento por la confianza depositada en ella. "Ha sido un honor y un orgullo estar al frente del departamento".
Está por ver si es un viaje de ida y vuelta, en el caso en el que los socialistas no alcancen la alcaldía de Pamplona y sí el salón del trono del Palacio de Navarra tras los próximos comicios.