Los redactores del proyecto de Belate justifican el sobrecoste pese a surgir antes de iniciar la obra
Los redactores del proyecto de Belate han explicado este martes en el Parlamento de Navarra que los primeros sobrecostes de la obra responden a la naturaleza cambiante de cualquier construcción. Ignacio Sainz, de Sertecna, y Mario Fernández, de Geocontrol, han afirmado que “cualquier obra es una obra viva, pueden surgir imprevistos” durante el proceso.
Ambos técnicos han comparecido en la comisión de investigación sobre las obras públicas en Navarra. Han insistido en que no recibieron presiones políticas en ningún momento y que su trabajo se limitó a la fase de proyecto, con la información disponible en la zona del túnel de Belate.
Durante la sesión, el parlamentario de UPN, Pedro González, ha preguntado por los sobrecostes de 8,5 millones, equivalentes a un 12% del coste previsto inicialmente. Ha destacado que estas modificaciones aparecieron “cuando no se había movido una pala de tierra”, al inicio mismo de la obra.
Ante estas cuestiones, Ignacio Sainz ha explicado que cada infraestructura presenta necesidades distintas y que las decisiones dependen de la dirección de obra y del contratista. Ha señalado que ellos “tenían unos datos de partida” y que con esos datos “las conclusiones eran adecuadas”.
Por su parte, Mario Fernández ha expuesto que en la gran mayoría de obras los técnicos de construcción plantean alternativas que pueden generar cambios no previstos en el diseño inicial. Ha recordado que su empresa no participó en el proyecto del primer túnel, aunque sí en el análisis posterior de sus patologías, y por ello ha preferido no valorar el sobrecoste del 40% registrado entonces. El parlamentario del PSN, Javier Lecumberri, ha recordado que un tramo concreto llegó incluso al 70,6%.
La comisión también ha abordado la rebaja del 30% con la que Sertecna y Geocontrol se adjudicaron la redacción del proyecto por 875.576,21 euros, frente al máximo previsto de 1.239.669 euros. González ha señalado que podría considerarse una baja temeraria.
Sainz ha explicado que presentaron una “justificación técnica” que fue aceptada y que contaban con amplia documentación y experiencia previa sobre el túnel de Belate, lo que facilitó ajustar la oferta. Mario Fernández ha coincidido en que ese conocimiento les daba “una cierta ventaja técnica” sobre otras empresas.
Los redactores han asegurado que, durante el proceso, solo mantuvieron reuniones con responsables técnicos y directores generales de Obras Públicas. Han precisado que no tuvieron contacto con la empresa Servinabar ni conocen a su propietario, Antxon Alonso. Ambos han reiterado que no recibieron presiones de ningún cargo político.