La curiosa historia de dos hermanos que cogen un bar en Pamplona: “Estamos con una ilusión enorme en San Fermín”
Dos hermanos mexicanos, un sueño compartido y un plan que llevaba años cocinándose en voz baja. Daniel y Maira Acosta Marín, médico y abogada, han dado un salto que pocos se atreven a dar: abrir un restaurante familiar en Pamplona justo a las puertas de las fiestas de San Fermín.
Ella dejó atrás su carrera legal; él ha compaginado su trabajo como médico en el hospital San Juan de Dios con este nuevo proyecto. El resultado: un rincón lleno de sabor, nostalgia y muchas ganas de fiesta.
La idea no ha sido improvisada. Daniel, de 43 años, ha vivido quince años en Pamplona y desde el principio tuvo claro que quería emprender algo relacionado con la cocina. “Desde que llegué pensaba en abrir un restaurante, pero solo no podía”, comenta. Hace dos años, su hermana Maira, de 38, se trasladó a Navarra.
“Quería que la familia estuviera unida y nos juntamos aquí todos. Mi madre también se ha jubilado y ha venido a ayudarnos”, explica ella. Fue entonces cuando empezaron a mirar locales, hasta que encontraron uno con historia y buena ubicación. Y decidieron lanzarse.
El nuevo negocio se llama Corazón Mexicano y ha tomado el relevo del antiguo bar Txiki Jai, en el número 25 trasera de la calle Esquíroz, en pleno barrio de Iturrama. La inauguración, celebrada el pasado viernes 20 de junio, ha contado con mariachis, una terraza amplia con sombra por las tardes y un entorno familiar pensado incluso para los más pequeños: el jardín anexo garantiza que puedan jugar sin peligro mientras los mayores disfrutan de la comida.
El cambio de imagen ha sido total: han renovado y ampliado el local, y también el concepto. La carta apuesta por recetas caseras mexicanas que preparan en familia, muchas de ellas a cargo de su madre. “Ofrecemos tacos mexicanos, enchiladas, enfrijoladas, huevos revueltos con salsa suave, quesadillas...
Todo muy casero y tradicional. También tenemos comida para los chiquillos”, detalla Daniel, que ha aprovechado sus días libres para volcarse por completo en este arranque. “Sabemos lo que supone San Fermín en Pamplona y queríamos abrir antes sí o sí. Con un montón de ilusión, entusiasmo y mucho trabajo”.
La historia que ha traído a Daniel hasta Navarra también tiene un punto singular. Se licenció en Medicina en México y buscaba nuevos horizontes. “Era fan de Osasuna por el vasco Aguirre, que estaba entrenando entonces. Vi el estadio por dentro y pensé que esta ciudad debía ser inmensa”, recuerda con humor. Pero también le llamó la atención otro detalle: “Sabía que aquí gustan mucho las rancheras. Luego vi encuestas que decían que Pamplona tenía una gran calidad de vida y me lancé. Al principio hacía un frío terrible, pero ya me he acostumbrado”.
Por su parte, Maira ha querido aprovechar este momento para empezar una nueva etapa. “Llevábamos años pensándolo, pero cuando apareció este local, supimos que era el momento. Yo quería estar cerca de mi hermano, que estuviéramos todos juntos”, afirma. Y desde entonces, no han parado: ella se ha volcado en la preparación del local y en los detalles de la apertura, mientras él ha compaginado su profesión con los fogones.
Corazón Mexicano ocupa el espacio del veterano Txiki Jai, un local con una clientela fiel y una carta de platos tradicionales navarros: callos, higadicos, morros, ajoarriero, morcillas, torreznos y orejas de cerdo eran algunos de los más demandados. Sus anteriores dueños, Roberto Enciso y Lourdes Galar, cerraron tras casi diez años al frente, después de otras etapas en el bar Larumbe y el bar Manila, en el segundo Ensanche.
“Hemos trabajado muchas horas durante años y creemos que ya es momento de descansar un poco”, comentó Roberto en septiembre de 2024. “El bar funciona muy bien. Es una oportunidad para quien se lo tome en serio, como lo hicimos nosotros”.
Y en eso están ahora Daniel y Maira: tomándoselo en serio, con el respaldo de su familia y la emoción del que empieza algo muy suyo. El primer San Fermín está a la vuelta de la esquina y el restaurante ya ha recibido las primeras visitas: “Ha venido medio hospital a la inauguración”, comenta Daniel entre risas. ¿El objetivo? Que Corazón Mexicano sea más que un restaurante: un pedacito de hogar en Pamplona con acento del otro lado del Atlántico.