El bar Txiki - Jai está un poco escondido en el barrio de Iturrama en Pamplona, pero cuenta con los clientes más fieles a sus callos, higadicos de cerdo, ajoarriero, morros, morcillas, torreznos y orejas de cerdo, entre otros manjares que degustan sus habituales.
Está situado en la trasera de la calle Esquiroz 25 con una terraza que da a una gran plaza con ausencia de coches aparcados en su entorno. Muy cerca de otros establecimientos que hemos conocido en este apartado de comercio local.
Como es el caso, por ejemplo, de la pastelería Gelée con unos hojaldres que se deshacen en la boca, o el renovado bar Chelsy de Raúl Fernández en la calle Iturrama.
Roberto Enciso y Lourdes Galar van a cumplir diez años en el bar Txiki - Jai, después de otras etapas hosteleras en el bar Larumbe y en el bar Manila en el segundo Ensanche de Pamplona.
Tienen las ideas de futuro muy claras: "Hemos decidido que llevamos toda la vida trabajando un montón de horas y que es hora de dejar de trabajar para descansar un poco, que ya es hora, y luego ya nos jubilaremos cuando nos toque".
"Dejamos el bar en un punto bastante alto, no es que no trabaje el bar que trabaja muy bien. Es una oportunidad de negocio para cualquiera que se lo tome en serio, como lo hemos hecho nosotros", asegura Roberto.
No se han marcado una fecha fija para dejarlo "pero tiene que ser este año 2024 sí o sí. Diciembre o si puede ser en noviembre, mucho mejor. Hemos recibido llamadas y hay interés en cogerlo. Entre ellos una pareja que quiere seguir con los mismo que hacemos nosotros".
La especialidad del Txiki - Jai es "todo lo que son morros, orejas, sesicos de cordero que por ahí no encuentras, mollejas, manitas, tocinico fresco, higadico encebollado, papada... cosas que cada vez van gustando más", explica Roberto.
Destacan otros platos muy de casa: "Tenemos una morcilla excelente que es de Burgos y varias tortillas distintas como la de piparras con atún, y la de patata con alegría riojana que es la que más sale y pica un poquito".
El bar Txiki - Jai no ofrece menús del día: "Dábamos antes de la pandemia pero no nos compensa y preferimos dar raciones. Mucho mejor así y rota más el género. También damos platos combinados sin ningún problema".
Abren el bar a las siete de la mañana hasta las 4 de la tarde y por la tarde desde las 6 y media hasta las diez de la noche. "La gente viene y repite. Se agradece que lo valoren. Lo vamos a dejar con una buena base. Nos vamos con un poco de pena. Es nuestro punto final a la hostelería", concluye Roberto Enciso.
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