Sociedad

La doctora de la Clínica Universidad de Navarra que aconseja esos hábitos ante las enfermedades cardiacas

Imagen de una cirugía en un hospital. Pixabay
Situaciones de estrés prolongado y cambios en la rutina diaria pueden afectar negativamente nuestra salud cardiovascular.

Las enfermedades cardiovasculares son una de las principales causas de mortalidad en el mundo, y mantener un estilo de vida saludable es fundamental para prevenirlas.

Sin embargo, situaciones de estrés prolongado y cambios en la rutina diaria pueden afectar negativamente nuestra salud cardiovascular. La Clínica Universidad de Navarra advierte sobre la importancia de adoptar medidas preventivas para proteger el corazón, especialmente en contextos que alteren nuestras rutinas habituales.

Según la Dra. Nahikari Salterain, especialista del Departamento de Cardiología de la Clínica Universidad de Navarra, la prevención cardiovascular se apoya en tres pilares fundamentales: dieta equilibrada, ejercicio físico y control del estrés. Sin embargo, en situaciones que modifican drásticamente nuestro estilo de vida, como el confinamiento durante la pandemia, estos pilares pueden verse comprometidos.

La doctora destaca que, antes de la declaración del estado de alarma por el COVID, la mayoría de las personas seguían un estilo de vida basado en la dieta mediterránea, el ejercicio regular y el contacto social.

Sin embargo, el confinamiento prolongado provocó un aumento del sedentarismo, una mayor ingesta de alimentos ultraprocesados y un incremento del estrés y la ansiedad.

A pesar de las circunstancias adversas, la Dra. Salterain recuerda que quienes padecen problemas cardíacos o presentan síntomas preocupantes (como dolor de pecho en reposo o fatiga inusual al realizar tareas cotidianas) deben consultar a un especialista sin demora.

Aunque la situación sanitaria pueda resultar intimidante, es crucial atender las urgencias cardiovasculares para evitar complicaciones graves.

Consejos para mantener una buena salud cardiovascular

Para cuidar el corazón en situaciones de estrés o confinamiento, los expertos de la Clínica Universidad de Navarra ofrecen las siguientes recomendaciones:

1. Ejercicio físico regular

El ejercicio es fundamental para mantener el corazón en buen estado. Gracias a las herramientas tecnológicas, hoy en día es posible realizar actividades físicas en casa siguiendo rutinas online o programas específicos. Lo importante es elegir una actividad que resulte placentera, sea segura y se adapte a nuestras capacidades.

La clave está en mantener una frecuencia constante, ya que incluso actividades ligeras como caminar por la casa o realizar ejercicios de movilidad pueden tener un impacto positivo en la salud cardiovascular. La regularidad es más importante que la intensidad, siempre respetando los límites individuales.

2. Manejo del estrés

El estrés emocional es uno de los mayores enemigos del corazón. En situaciones de alta carga emocional, la clínica aconseja mantener el contacto con los seres queridos mediante llamadas, videollamadas o mensajes, ya que el apoyo social reduce el impacto del estrés.

Además, los ejercicios de respiración y relajación pueden ser de gran ayuda. Dedicar tiempo a actividades recreativas como leer, pintar o escuchar música también contribuye a desconectar de las preocupaciones cotidianas. La sobreexposición a noticias alarmantes debe evitarse, seleccionando con criterio la información que recibimos para no aumentar la carga emocional.

Es esencial aprender a disfrutar de los momentos de tranquilidad y aceptar el aburrimiento como una oportunidad para relajarse. Las personas que cuidan de otros también deben ser conscientes de la importancia de gestionar su propio estrés, ya que el agotamiento puede afectar tanto a su salud física como mental.

3. Alimentación equilibrada

La dieta mediterránea sigue siendo el modelo más adecuado para proteger la salud cardiovascular. Incluir en la alimentación diaria una gran variedad de frutas, verduras, legumbres, pescados y aceite de oliva contribuye a reducir los factores de riesgo. Además, mantener una adecuada hidratación es clave, incorporando agua, infusiones y zumos naturales.

Aunque concederse algún capricho ocasional está permitido, lo importante es que estos alimentos no formen parte de la rutina diaria. La cocina también puede ser una actividad relajante y una forma de involucrar a la familia en hábitos saludables.

Detectar a tiempo es clave

En muchos casos, los problemas cardiovasculares pueden prevenirse si se detectan de manera precoz. La Clínica Universidad de Navarra recuerda que algunos síntomas, como el dolor torácico repentino, la fatiga inusual, la dificultad para respirar o la presencia de bultos en el cuello, deben ser motivo de consulta inmediata.

El diagnóstico temprano permite abordar las patologías con mayores garantías de éxito, logrando que los tratamientos sean eficaces y seguros. Por ello, los profesionales insisten en la necesidad de acudir a urgencias o consultas especializadas ante cualquier sospecha de enfermedad cardiovascular.

Cuidar la salud cardiovascular depende en gran medida de adoptar hábitos saludables y mantener un equilibrio emocional que permita enfrentar el día a día sin estrés excesivo. La Clínica Universidad de Navarra subraya que la voz de alarma ante cualquier síntoma sospechoso debe ser atendida, ya que el cuidado del corazón no puede posponerse incluso en tiempos difíciles.

Adoptar un estilo de vida saludable y realizar revisiones periódicas con especialistas son acciones fundamentales para garantizar un corazón fuerte y protegido frente a los riesgos cardiovasculares.