Las dos terrazas de verano de Navarra y el bar de Pamplona que entran en la lista de los 'Soletes' de Repsol
En verano, Navarra se llena de vida. Las calles y plazas recuperan su bullicio, las terrazas se convierten en el lugar favorito para reunirse y la gastronomía vuelve a ocupar un papel protagonista. El buen tiempo invita a descubrir nuevos sabores, explorar rincones desconocidos y disfrutar de la hostelería local sin prisas.
En este contexto, la Guía Repsol ha publicado una nueva edición de sus Soletes de verano, una selección que destaca más de 260 locales en todo el país por su ambiente, su cocina cercana y su capacidad para ofrecer una experiencia agradable, especialmente durante los meses más calurosos del año.
Como explica la directora de Guía Repsol, María Ritter, los Soletes “te evitan tener que buscar dónde ir y te desvelan lugares que no tenías en el radar, con la garantía de estar seleccionados por un equipo de expertos con un criterio gastro que coincide con el de la mayoría”.
Este verano, tres nuevos establecimientos navarros se han sumado a la lista. Con ellos, la Comunidad Foral alcanza los 90 Soletes, consolidándose como un territorio con propuestas informales, acogedoras y bien valoradas por el público.
Uno de ellos es Vinoteca Ganbara, en Puente la Reina, que ha sido reconocida dentro de la categoría de terraza. Situada en plena calle Mayor, este local combina una oferta de vinos cuidada con una cocina de mercado en un entorno agradable. Es un lugar habitual para quienes recorren el Camino de Santiago y para los vecinos que buscan una comida tranquila o un aperitivo al aire libre. Su trato cercano, su ubicación estratégica y la selección de producto han sido claves para entrar en esta edición.
También han sido premiadas dos direcciones en Pamplona. La primera es Amatxo, un establecimiento situado en Navarrería, con una terraza urbana que se ha consolidado como uno de los rincones más agradables para tapear durante el verano. Su cocina mezcla tradición y frescura, con propuestas como ensaladas, fritos, carnes y toques de autor. El servicio dinámico y el ambiente distendido lo han convertido en un espacio con personalidad propia.
La segunda novedad en la capital navarra es El Bosquecillo, un bar ubicado junto a los jardines de la Taconera, en la calle Taconera número 5. Ha llamado la atención de los responsables de la guía por su ambiente relajado y su ubicación en uno de los entornos más tranquilos del centro histórico. Ideal para una pausa a media mañana o una merienda con vistas al parque, su oferta se basa en una cocina sencilla pero bien ejecutada, con opciones de tapeo y bebidas refrescantes.
Con estos tres nuevos reconocimientos, la Guía Repsol vuelve a poner el foco en lugares con alma, que sin grandes pretensiones logran hacer del momento de comer o beber una experiencia agradable. En Navarra, donde cada vez hay más propuestas que mezclan calidad y cercanía, los Soletes sirven como guía para descubrir esas joyas que a veces pasan desapercibidas y que merecen ser compartidas.