La forma de mi corazón hacia Javier

Me consta que no soy el único que se acompaña de música para realizar ciertas tareas acometidas bien en el día a día o bien para momentos puntuales que la vida te presenta.

Cuando ayer advertí que este fin de semana tuvo lugar la primera Javierada pensé en la música que me hubiese escoltado en tan nostálgico día de caminata y peregrinación.

Mi padre, el bueno de Julián y yo las hicimos en su día de todos los colores. 

Con lluvia, con viento, con calor…así hasta un total de quince.

Recuerdo un cielo verdoso y un campo azul y limpio.

El olor a flores nuevas invadía nuestro paso y el viento, místico en sus suspiros, levantaba perfumes humanos en forma de plegarias.

Las sonrisas de los peregrinos eran alegres y plácidas y evoco, en esta mezcla de amor y melancolía, observar las tonalidades verdes de los campos con lírico asombro.

Ahora, desde la distancia más acentuada cuando se trata de querer regresar a un pasado, añoro la inalcanzable Higa de Monreal, a la Cruz Roja siempre pendiente de todos, la explanada en Javier repleta de multitud de público y, cómo no, a mi amada Sangüesa, invadida por miles de caminantes que dormían en Santa María o en Santiago, entre otros muchos lugares de la ciudad. 

Les invito a todos, queridos amig@s de Navarra.com, a que tomen el próximo fin de semana la mano de sus familiares, amigos o allegados y disfruten de un día de amistad, de familia y naturaleza. 

El día a día nos lleva a una velocidad vertiginosa y qué mejor manera de pasar tiempo con nuestros seres queridos que realizando esta excursión que ha congregado en Javier, en su primera marcha, a casi 6000 personas.

Este año la peregrinación a Javier lleva por lema, ‘Corazones en camino’.

Les comentaba al inicio de este humilde escrito que en muchas ocasiones me acompaño de música y, quizá, en la Javierada de este año hubiese escogido esta canción de Sting titulada, ‘Shape of my heart’ para realizar una parte del tramo del camino a Javier.

Ese recorrido en el que el cielo aún está ceniciento y la mañana acaba de despertar.

En ese instante en que tu cuerpo emprende una aventura como el vaho se alza de la tierra.

Al fin y al cabo, ese recorrido, ese camino transitado con una música acertada no es sino aquel que traza, en cierto modo, la forma de tu corazón .