Según los relatos más recientes Artabán, miembro de la casta sacerdotal de Zoroastra de los Medos y los Persas, siendo el más brillante de estos sabios ("magi" en persa) y también posiblemente el más real de todos, pues tanto el título de reyes como los nombres son producto de la Baja Edad Media, así como el Baltasar de color negro o los camellos.
Dice la leyenda que Artabán, reconoció la señal del advenimiento y quedó con Melchor, Gaspar y Baltasar, para lo cual preparó el viaje vendiendo todas sus propiedades y comprando los obsequios que llevaría para adorar al niño, estos obsequios varían según los textos, todos coinciden en que eran joyas preciosas, algunos generalizan y otros las concretan en un jaspe, un rubí y un diamante.
Desgraciadamente no llegó a reunirse con Melchor, Gaspar y Baltasar porque su bondad le exigió socorrer a un hombre que se cruzó en su camino, unos dicen que fue por una tormenta que le obligó a refugiarse con un pastor y después le ayudó a reunir su ganado y otros hablan de un moribundo desahuciado por los bandidos a quién le dio el diamante.
Cuando definitivamente llegó a Judea, Melchor, Gaspar y Baltasar habían desaparecido junto con Jesús, José y María y en su lugar estaban las tropas de Herodes ejecutando a todos los bebés del pueblo donde gastó otra joya y vuelven a aparecer diferentes versiones.
Entre este momento y la crucifixión de Jesucristo, Artabán sufre ciertos incidentes en la búsqueda de su rey por los cuales va perdiendo los obsequios que llevaba para adorarle mientras deambula buscándole, lo encarcelan, ayuda a convertir un poblado de leprosos en un oasis y salva a una niña de ser subastada para pagar las deudas de su padre.
Cuando definitivamente se reúne con Jesús es demasiado tarde, ambos mueren, uno por viejo y otro crucificado pero intercambian unas últimas palabras: 'Tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber, estuve desnudo y me vestiste, estuve enfermo y me curaste, me hicieron prisionero y me liberaste'. Artabán pregunta: '¿Cuándo hice yo esas cosas?', y es respondido: 'Lo que hiciste por tus hermanos, lo hiciste por mí'.
Cuando hoy los hijos de los que no preguntan por qué el Olentzero es un muñeco o porqué Gaspar y Baltasar llevan barba postiza o van en camión y no en camello -pero sí por qué Baltasar mancha- estaría bien que les contasen esta historia.