Bruna, la brasileña que abre una tienda de lanas y complementos muy cerca de Pamplona
La brasileña Bruna Roberta Menegassi, de 37 años, ha abierto el 15 de diciembre la tienda Borboleta Lanas muy cerca de Pamplona, con una idea clara: vender lanas “bonitas y diferentes” y crear un lugar donde tejer y charlar “sin prisas”.
El nuevo comercio se ha instalado en la avenida Central 4 (trasera), en Barañáin, a pocos pasos de otros locales conocidos de la zona como el bar Kupela, de Iosune Flamarique, el bar Txikito o el bar Txipi Txapa, que se ha hecho famoso por sus huevos rotos.
“Borboleta Lanas nace de esas ganas de tener un sitio en Barañáin donde encontrar lanas bonitas, diferentes, y también un espacio para compartir, charlar y tejer sin prisas”, ha explicado Bruna al contar el origen del proyecto.
De momento, la tienda ya ha reunido lanas y accesorios, y ha adelantado que irá ampliando la propuesta con nuevas actividades. “Aquí hay lanas, accesorios y, poco a poco, iré haciendo talleres para quien tenga ganas de aprender o simplemente pasar un rato agradable”, ha asegurado la dueña, que ha recuperado el local donde antes estaba Atelie Alaia.
La propietaria ha definido la apertura como “un sueño hecho realidad con mucho amor y dedicación”, y ha subrayado que el espacio está pensado para quienes disfrutan del arte de tejer, crear y compartir.
El nombre también tiene historia. Bruna Roberta Menegassi ha señalado que eligió Borboleta porque “es mariposa en portugués”. “Quería traer un nombre distinto y nada mejor que mi origen ya que soy brasileña”, ha comentado.
En España lleva siete años, seis de ellos en Pamplona, y su esposo es navarro: Alfonso. “Hemos comprado una casa en Barañáin donde llevo dos años. Me he establecido aquí y quería abrir un negocio para estar cerca de los vecinos y de la gente”, ha relatado.
Además, ha contado que es tejedora desde niña y que aprendió con su abuela. “He aprendido con mi abuela y me gusta mucho. Hacía muchas labores en casa y siempre he trabajado en tiendas de vendedora o dependienta y me he lanzado. He puesto la tienda como me gustaría a mí”, ha explicado.
La apertura ha tenido un ambiente “muy de casa” por ser fechas de Navidad y fin de año. “Puse unos carteles y vino mi familia y los amigos”, ha recordado. En la tienda vende “un poco de todo”: lanas, regalos, manualidades, mercería creativa, agujas, tijeras y botones, además de trabajos propios hechos a mano como mantas, manteles, bufandas o bolsitos cosidos.
Su siguiente paso ya lo tiene en mente. “Quiero hacer talleres después de Reyes, crear una comunidad de tejedoras de Barañáin porque aquí no hay. Estoy muy ilusionada”, ha afirmado. También ha contado que quienes entran en la tienda le han transmitido su agradecimiento por abrir: “La gente que viene está muy contenta y me dan las gracias por abrir. Eso me ha llenado más y me deja contenta. Dicen que es algo que necesita el pueblo, que esté vivo con más comercios”.
Sobre la ubicación, ha destacado que es “una zona buena” por el movimiento del entorno y por lo que viene. “Abren enseguida el centro de día. Está muy cerca la iglesia y el centro de salud. Pasa mucha gente”, ha apuntado.
En su vida en Navarra, Bruna ha explicado que cuando llegó a España estuvo en Madrid, donde conoció a su pareja, y después se trasladaron a Pamplona. “Me gusta mucho vivir aquí”, ha dicho. “Tenemos dos hijas y me gusta que todo está muy cerca. Tengo muchos amigos y he creado una red muy buena de gente. La familia de mi marido es muy cercana”.
También ha confesado que Barañáin le gusta “incluso más” que Pamplona por el día a día. “Mis hijas están en las ikastolas muy cerca y todos estamos conectados con el pueblo”, ha comentado, al precisar que una de sus hijas tiene siete años y la otra es “de pocos meses” y está en la guardería.
Por último, ha hablado de lo que más le ha enganchado de Navarra. “Me gusta la comida de aquí, las fiestas de San Fermín por supuesto y la cercanía de la gente. Yo no veo que los navarros sean cerrados. Son muy buena gente”, ha asegurado.
Sobre su familia, ha añadido: “A Brasil he vuelto solo una vez. Ahora tengo una niña de siete años y otra de pocos meses que está en la guardería y lo tengo más complicado, además del proyecto de la tienda. Una pareja de primos viven en Madrid y Toledo pero el resto de mi familia está en Brasil. Viene alguna vez mi madre y mis tías pero solo de paseo”.