Pamplona ha sumado en octubre un nuevo punto de encuentro para los amantes de la pizza artesana con la apertura de un local en la calle Tafalla 36, en pleno Segundo Ensanche. La propuesta llega después de varios años de trabajo de un trío que decidió cambiar de rumbo profesional para adentrarse en la cocina con una idea clara y muy pensada.
Se trata de Cicciobella, una pizzería nacida de la iniciativa de Txetxu Maganto Ortiz, Desiré Arellano Galarreta y Olga Mutilva Monreal, tres amigos navarros con trayectorias previas en la logística, la automoción y la agricultura familiar. La aventura empezó con un objetivo sencillo de explicar pero difícil de ejecutar: llevar a la mesa sabores auténticos de Navarra, trabajados con técnica artesana y un toque italiano que marcara la diferencia.
Esa mezcla ha terminado situando a la marca entre las mejores pizzerías de España, un reconocimiento que ha reforzado una filosofía muy clara: apostar por el kilómetro cero y por recetas propias elaboradas con materia prima local.
Con ese respaldo han abierto su tercer establecimiento, que se suma al primero en Soto de Lezcairu y al segundo en Nuevo Artica. Este nuevo espacio se centra en el formato de comida para llevar, pensado para quienes quieren disfrutar las pizzas “en casa, en el trabajo o de camino”, como explica su equipo.
La apuesta por proveedores cercanos se mantiene como seña de identidad. En Cicciobella emplean harina de Guria (Biurrun), embutidos de Arrieta (Zubiri), quesos de Kamiku, Granja El Moro o Lácteos Mendi, hongos de Gobeies, rúcula de El Huertico y vinos locales. Para Maganto, esta elección es clave: la calidad y el origen del producto son parte del ADN del proyecto.
El propio Txetxu Maganto comenta que “este tercer local en el segundo Ensanche es un poco por estrategia. Puede servir de lanzadera para el local del Soto y nos abrimos a la zona de Iturrama y San Juan, además del Ensanche”. Reivindica ese carácter hogareño y cercano con el que empezaron: “Nosotros somos de barrio y kilómetro cero. Es aventurarnos a probar y esperamos que funcione”.
Maganto insiste en que el proyecto es completamente propio: “La locura ésta es nuestra. No es ninguna franquicia”. Explica que siempre que pueden compran todo en Navarra y que trabajan con proveedores como Carnes Arrieta o Frutas Zabalza, buscando mantener la cercanía en todo el proceso. Entre sus recetas destaca la pizza Cicciobella, preparada con jamón de bodega, rúcula de Peralta, queso Idiazabal ahumado y tomate seco encurtido.
Otra de las propuestas más celebradas es la pizza Gloria Bendita, que combina “crema de quesos y trufa, mozarella, champiñón portobelo con cebolla asada, parmesano y pimienta negra molida con aceite de trufa”. La carta incluye también postres y tartas elaborados en su propio obrador.
Maganto explica que “todos los hacemos aquí. Hecho en casa. Utilizamos harinas de aquí con la receta nuestra porque es más cómodo y nos va bien”, y reconoce que han encontrado un estilo muy apreciado: “Hemos cogido un estilo que gusta porque saben a pan y en Navarra somos muy paneros y parece más rica”.
Su ritmo de trabajo es intenso. Abren “todos los días entre semana por la tarde y el fin de semana mediodía y tarde”, salvo en fechas señaladas como el 24 y 25 de diciembre, el 31 y 1 de enero y, por ahora, el 6 y 7 de julio. “Ya veremos en 2026”, apunta Maganto, que admite entre risas que el nivel de dedicación es alto. Actualmente cuentan con unas 20 personas en el equipo, algo que valora especialmente: “La idea es de tres personas pero el esfuerzo es de todos”.
En cuanto al futuro, Maganto explica que una posible expansión dependerá de las fuerzas: “Si un día descansamos un poco igual”. No descarta que el siguiente paso esté en el sur de Navarra. “A veces pensamos en la Ribera porque somos todos navarros. Esa es la idea y nunca se sabe”, señala.
