Como ya advertíamos en el último Visillo Parlamentario de 2017, el año en el que ya estamos iba a ser bronco por su condición de pre-electoral. Lo que no sabíamos es que la cosa iba a ir tan rápida. Este mismo jueves hemos asistido a una nueva trifulca que nos desprestigia a todos los que conformamos el Parlamento de Navarra, diluyendo absolutamente el resto de cuestiones y el trabajo por el que estamos aquí: trabajar por los navarros. La falta de autoridad de la presidenta del Parlamento y su mala gestión es un desastre que tiene estos frutos.
