Y tú, ¿qué quieres ser de mayor?

El tiempo pasa para ciertas cosas, pero no para otras.

Ahí sigue, imperturbable, la Higa de Monreal simulando ser una pirámide egipcia camuflada; el aire indiferente que navega sobre las Bardenas Reales; el eterno eco de Julián Gayarre que rebota idílico por el Valle del Roncal; un paseo infinito por la belleza de ensueño del casco histórico y su entorno en Ochagavía; el medievo de la Navarra Media en Olite o la portada románica de Santa María de Sangüesa…

Esto no cambiará.

Seguirá despertando ilusiones imposibles a quien por vez primera lo descubra o retorne a su regazo durante una mañana o una tarde de estío o de invierno, así como la de hoy.

Sin embargo, sí cambiarán sus gentes como nosotros ya no somos los de antes.

Nuestros abrigos ya no son capas; nuestros coches hace tiempo que dejaron de ser caballos; nuestros móviles ya no son espadas de madera ni tabas para recrearnos.

Los niños ya no quieren ser caballeros ni las niñas domadoras de leones.

Los maestros y maestras del mundo preguntan a los más pequeños en sus clases qué quieren ser cuando sean mayores y ya no responden lo de antes.

Se acabaron los astronautas. Adiós infinito a las bailarinas. Espérame sentado si quieres que sea médico o carpintera o detective privado.

Un abogado es un oficio del medievo. Los pescadores ya no coserán redes ninguna. Los banqueros se sentarán a tirar migas de pan a las palomas o al pico del viento.

Un estudio lo ha dicho. No lo digo yo, que sigo anhelando ser poeta.

Una empresa llamada Remitly ha creado un mapa basado en las búsquedas globales que ha habido en Google en este 2022 con el inicio, ‘como ser un…’ y, al término de la frase, la profesión a la que aspira la persona que realizaba esta búsqueda.

El mundo es muy grande.

Empecemos por nuestro país, ya que la profesión a la que aspiran nuestros jóvenes es influencer. Pero no nos alarmemos, ya que no solo son los españoles, puesto que también lo desean en Ecuador, Argentina, Venezuela, Honduras, Costa Rica y Nicaragua.

Youtuber, por ejemplo, “solo” aspiran a serlo en Japón, Perú, Bolivia, Chile, Uruguay y México.

También hay muchos que eligen escritor como profesión como es el caso de Dinamarca, Finlandia, Rumanía, Pakistán, India, Tailandia o Filipinas.

En Portugal, bombero; en EEUU e Inglaterra, pilotos de avión; en Alemania, profesor y en Italia, emprendedor.

Los tiempos cambian y sus gentes con ellos.

Pero no así nuestra tierra…

Los frondosos bosques de la Selva de Irati; la pasión generacional hacia nuestro amado Osasuna; los cánticos a San Fermín por ser nuestro patrón y así nos guíe en el encierro del futuro; la aventura por el profundo desfiladero de la Foz de Lumbier advirtiendo buitres, alimoches y halcones; la comida casera con productos de la tierra…