• jueves, 28 de marzo de 2024
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Blog / Marea de libros

Charlot, el primer editor de Camus

Por Leire Escalada

La novelista franco argelina Kaouther Adimi narra en 'Nuestras riquezas' la historia fascinante de una librería de Argel y reivindica el poder de los libros.

Nuestras riquezas narra la historia fascinante de una pequeña librería en Argel
Nuestras riquezas narra la historia fascinante de una pequeña librería en Argel. ARCHIVO

“Las Verdaderas Riquezas, las ediciones, los libros, la pintura, los amigos… Todo es lo mismo”. Esta frase podría resumir el espíritu con el que el joven Edmond Charlot pone en marcha una pequeña librería de préstamo en el Argel torrencial de los años 30.  La novelista franco argelina Kaouther Adami (Argel, 1986) ha rescatado su historia en Nuestras riquezas, la del veinteañero que llegó con mucha ilusión y pocos ahorros a la capital argelina para poner en marcha un proyecto cultural que uniese a los autores del Mediterráneo. Ese joven que se librero que bautizó su local en homenaje a la obra de Jean Giono y fue el editor que publicó el primer libro del entonces desconocido Albert Camus. Un relato que supone también una declaración de amor a la literatura y a los oficios del libro.

La autora alterna en la novela tres voces distintas que dotan a la historia de un gran dinamismo y permiten conocer distintas realidades sociales y temporales que se relacionan. Por un lado, relata, con forma de diario, las peripecias de Charlot al frente de su librería-editorial. Por otro, la vivencia, contada en presente, de Ryad, un joven que en 2017 llega de París a Argel con el encargo de vaciar la vieja librería de Charlot para convertirla en una buñolería. Entre ellas, intercala una voz anónima, como un relato a pie de hoguera, que va narrando cómo se gesta la revolución que llevará a la independencia de Argelia.

Hay un paralelismo más allá del evidente, el coyuntural, entre la aventura de Charlot y la insurrección del pueblo argelino: una ilusión y un trabajo esforzado y con resultados a veces terribles, como la masacre de argelinos en Sétif en mayo de 1945, o los atentados contra la librería que Charlot también puso en marcha en París.

BUSCAR TINTA Y PAPEL, UNA ODISEA

Quizá la mejor parte de la novela es la dedicada a los diarios de Charlot, donde el lector conoce su vocación desbordante  y la cantidad de escritores con quienes trabajó y trabó una relación de amistad, como el ya citado Albert Camus, Antoine de Saint-Exúpery, André Gide y Jules Roy, entre otros. Narra con acierto y una voz cautivadora la labor del editor, llena de entusiasmo pero, sobre todo, mucho trabajo. Hay escenas memorables como las de Charlot volviéndose loco por encontrar papel en Argel durante la Segunda Guerra Mundial o montando un laboratorio improvisado en casa para fabricar tinta.

“Todo esto me agota y me alegra al mismo tiempo”, asegura el librero-editor en una anotación del diario. El relato detallista de estas vivencias es fruto de una esmerada labor documental de la que la autora da cuenta al final del libro. Demuestra con este libro que, una vez más, a veces es mejor recurrir a una ficción para contar una historia real por la fuerza que posee la narrativa.

Tiene esta novela un aire heroico, el del que pierde pero ha luchado. Hay un personaje maravilloso, Abdallah, el último librero de Las Verdaderas Riquezas, que resiste, defendiendo la librería, con la mortaja cargada al hombro literalmente. La propia Argel es un personaje más que mantiene su esencia a través del tiempo, ese ambiente en constante movimiento, con una calma tensa, que tan bien se describe. Su fortaleza queda perfectamente reflejada en la resistencia de los vecinos de la calle Hamani, antigua calle Charras, como se repite en la historia, que incluso se las ingenian para evitar que Ryad pueda conseguir la pintura que necesita para la obra.

Adimi ha escrito una novela de no ficción, una rara biografía novelada, una faction que diría Biegbeder. Igual da. Nuestras riquezas es, ante todo, una delicia literaria. Larga vida a los libros.

Nuestras riquezas

Kaouther Adimi.

Libros del Asteroide.

192 páginas.

18,95 euros.

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Charlot, el primer editor de Camus