La incertidumbre política está poniendo muy nerviosos a los empresarios. Ya estamos constatando que un número importante de inversiones están paralizadas
- miércoles, 16 de abril de 2025
- Actualizado 19:28
La incertidumbre política está poniendo muy nerviosos a los empresarios. Ya estamos constatando que un número importante de inversiones están paralizadas
a la espera de los resultados de la política. También que las agencias de calificación nos ponen en cuarentena. Y es que han pasado más de dos meses desde la celebración de las elecciones y seguimos sin gobierno y sin perspectiva fiable de que lo haya. O, lo que es peor, sí lo hubiera sería de izquierda radical, con un programa económico ruinoso, con partidos no comprometidos con Europa y de corte comunista. Es evidente que lo sufriríamos y volveríamos atrás en muchos de los avances que con duro esfuerzo se han logrado.
Por todo ello, ayer, asociaciones de empresarios de diferentes lugares de España lo dejaron muy claro: hay que luchar por un acuerdo de gobierno que defienda las reformas que se han hecho hasta ahora y evitar la celebración de nuevas elecciones. La paralización económica y el coste que supondría la celebración de esos nuevos comicios sería un fracaso en términos de confianza, inversión, crecimiento y empleo. En este momento, habría ya cifras de paralización en el mercado de la vivienda, de subida de la prima de riesgo, de mayor castigo en la bolsa y de descontrol del gasto en autonomías y ayuntamientos lo que lleva indefectiblemente a un mayor agujero de las cuentas públicas que a su vez nos pasará factura.
Vamos a ver cómo queda el endiablado tablero que ha dejado el 20-D y la más que línea roja del PSOE impuesta al PP. Pero también la negativa de Podemos de estar en un pacto con Ciudadanos y de éste de estar en un acuerdo con los de Iglesias. De momento, el debate de investidura en primera vuelta se adelanta al 1 de marzo. Si Sánchez fracasa también a la segunda, el viernes 4, se abre un periodo de dos meses en los que dicen que puede pasar de todo. Lo ideal, que no haya que convocar elecciones.
