Los colegios y los padres demandan el Programa de Aprendizaje en Inglés (PAI). La decisión del Gobierno de Uxue Barkos de introducir una moratoria de un año es una decisión política del nacionalismo vasco revestida de excusas técnicas.
La Federación de Apymas de Colegios British-PAI de Navarra ha reclamado en el Parlamento foral la continuidad del PAI en todo su itinerario educativo y ha requerido que se aborde "sin más demora" un plan de "consolidación y mejora del programa bilingüe" en la Comunidad foral, que tanto éxito ha tenido.
Produce estupor que el departamento dirigido por el consejero Mendoza desde el 23 de julio aún no haya podido explicar cuáles son los enormes defectos y carencias que tiene el actual modelo como para paralizar su implantación durante todo un año. Es como si el departamento de Salud paralizara la implantación de un programa de detección precoz de un tipo de cáncer, cuya implantación hubiera supuesto un avance y mejora, para evaluar durante más de un año sus posibles deficiencias. Incomprensible.
Desde luego que cualquier proyecto es susceptible de evaluación, mejora y optimización, pero no cabe argüir cuestiones e informes técnicos para adoptar decisiones de marcado calado ideológico. Como acertadamente dijo el portavoz socialista Carlos Gimeno en el Parlamento "lo que está ocurriendo es un insulto identitario a la racionalidad, una patada en la espinilla a la lógica, lo sectario se está imponiendo sobre lo necesario".
